CAPITULO III
Definición de istalaciones -
Estadística mensual de boletos
vendidos - Como eran y quedaron
los límites de Garín al formarse
el partido de Escobar. Creación
de la localidad de Maquinista
Savio. Situación geográfica.
Distancias. Ubicación de las
poblaciones, vías de acceso,
extensión - Cuestionamiento a la
ordenanza por la cual se creo la
delegación Maquinista Savio -
Ordenanza creación Delegación
Municipal Maquinista Savio -
Ordenanza y Decreto Escudo
Municipal de Maquinista Savio.
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LAS DIFERENCIAS ENTRE UN
APEADERO, PARADA Y ESTACIÓN.
APEADERO: Lugar no atendido por
personal y donde los trenes
paran a los efectos de bajar y/o
subir pasajeros únicamente.
PARADA: Es atendida por personal
habilitado para el servicio de
pasajeros únicamente.
ESTACIÓN: Está habilitada para
atender todos los servicios
públicos a cargo del
ferrocarril, con las
restricciones que se indican en
determinados casos.
Para una mayor interpretación y
ante las confusiones que se
plantean a menudo respecto al
verdadero alcance y a la
diferencia entre Parada y
Estación, las funciones que
cumplen en la práctica son
significativas.
La Parada cuenta solamente con
personal para el expendio de
pasajes, en cambio la Estación
cumple diversas actividades,
Ejemplo: venta de pasajes,
despachos y recepción de
encomiendas, cargas en general,
etc. Es dirigida por un jefe
responsable que tiene a cargo un
número de auxiliares. Se cuenta
con una vivienda sobre el predio
de las instalaciones, la cual es
habitada por este superior y su
residencia es permanente, siendo
suplantado ante cualquier
eventualidad por el 2º jefe. Es
decir que la Parada y la
Estación, no expresan similitud
alguna en su desenvolvimiento.
Clasificar Parada a nivel de
Estación, cabe significar que la
categorización se halla
condicionada a su movimiento en
general y se ajusta a normas
preestablecidas pro la empresa
ferroviaria, por consecuencia de
haber reunido en este caso la
Parada, los requisitos mínimos.
En esto último vale una
pregunta, ¿cuáles son estos
requisitos?, Tengamos en cuenta
primero que el concepto antes
explicado viene de muchos años
atrás y si nos referimos a la
función que cumple en la
actualidad el ferrocarril, su
movimiento en general, hoy día
que las cargas por este ramal
han desaparecido, su circulación
se limita solamente al traslado
de pasajeros. En este caso, si
aplicamos la acepción del manual
de interpretaciones, tendremos
que la Parada Maquinista Savio,
supera en cantidad de expendio
de boletos al resto de las
estaciones del trayecto
suburbano Victoria-Capilla del
Señor. Para demostrar esta
aseveración y para ajustarnos un
poco más al reglamento, hemos
tomado una estadística diaria,
confeccionada en el mes de julio
del año 1987 por la ex oficina
Control Entradas del Ferrocarril
Mitre, la cual contempla cifras
oficiales, excluyendo las
reales, que serían la suma por
la evasión de pasajes. |
falya aguefar
remas |
. |
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Presidente: Dr. D.
Adolfo Luis Picasso,
Vicepresidente: D. Juan
Humberto Ismael Beliera,
Secretario: Ing. D.
David Levín,
Prosecretario: D. Pedro
Nieto, Secretario de
Actas: D. Francisco
Serra, Tesorero: D. Pío
Cippitelli, Protesorero:
D. D. Horacio Russo,
Vocales: D. Juan Schenk,
D. Andrés Koslab, D.
Juan Wyss, D. Carmelo
Guerra, D. José R. Rauzy,
D. Oscar Aubone, D.
Oscar Beliera, D. César
Peña y el Dr. D. Andrés
Manuel Janer. Revisores
de Cuentas: Escribano D.
Carlos Martínez y D.
Manuel Cheves |
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El 21 de noviembre de ese año se
realiza una reunión
extraordinaria con la
participación de los vecinos y
se aprueba reunir fondos para la
construcción del Apeadero,
decidiendo la mayoría de los
presentes que el aporte se haría
de acuerdo al volumen de la
propiedad, siendo el tributo
mínimo 1.000 $, pero también se
consideraba contribuciones
menores para aquellos de escasos
recursos. Varios miembros de la
comisión, por su propia
voluntad, se comprometen a donar
sumas mayores.
En esta primer convocatoria se
recaudó entre los presentes
94.300 pesos m/n., importe que
los incentivó para acelerar el
comienzo de las obras,
designándose a los señores
Picasso, Levín, Nieto, Beliera y
Koslab, para entrevistar al ing.
Fernando E. Pilar, 2º jefe del
Departamento de Vía y Obra del
Ferrocarril Mitre.
Luego de reunirse con este
funcionario, restaba aún ultimar
algunos detalles. Por ello en el
mes de enero de 1960 cursaron
una nota al Administrador del
Ferrocarril Mitre, comunicando
que al margen de lo ya aprobado
en los planos presentados,
procederían a levantar un
refugio o abrigo para resguardo
de los pasajeros, adjuntando el
diseño del mismo. Llevaban
también a su conocimiento, que
los trabajos se efectuarían "por
administración", aportando los
vecinos el material y la mano de
obra que fuera necesario bajo el
contralor técnico del
ferrocarril, contando con la
colaboración desinteresada de
profesionales del rubro, siendo
uno de ellos el constructor D.
Carmelo Guerra, quien facilitaba
además, una mezcladora, una
moledora mecánica, andamios,
varias herramientas y otros
implementos para ejecutar las
tareas. Del mismo modo se tenía
la palabra y el compromiso sin
costo alguno del maestro mayor
de obras D. Pío Cippitelli, para
ocuparse del cuidado de los
trabajos. |
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Todo lo recaudado para la
financiación del proyecto era
depositado en la cuenta
corriente Nº 228, que habían
abierto en la sucursal Escobar
del Banco de la Provincia de
Buenos Aires, a nombre de los
miembros de la comisión: D.
Adolfo Picasso, D. Pío
Cippitelli, D. Humberto Ismael
Beliera, D. Horacio Russo y D.
Pedro Nieto.
Una de las mayores
preocupaciones eran la cantidad
de materiales que se necesitaban
para cubrir la longitud y
extensión del andén, cuyo costo
había aumentado
considerablemente y superaba el
cálculo previsto años atrás.
Justificaban ahora, que en vez
de Apeadero el proyecto se
aprobara bajo la categoría de
Parada, con las correspondientes
comodidades y anexos inherentes
a la misma; un nuevo estudio de
costos arrojó la suma de $
887.500,00 m/n para concretar
esta última ambición.
Solicitaban también, se les
permitiera efectuar la limpieza
del terreno y depositar en él
ladrillos, cascotes, arena y
otros materiales que ofrecían
los vecinos como contribución
para la obra. En el nuevo
petitorio se adjuntaba un
documento donde Da. Juana
Beliera, Da. Celia María
Portillo Beliera de Olivieri y
D. Juan Humberto Ismael Beliera,
en su carácter de propietarios
de la fracción contigua a las
vías en el km. 48, ratificaban
como aporte para facilitar la
realización del Apeadero, la
donación al ferrocarril de una
lonja de tierra de 50 metros de
ancho por 700 metros de largo,
comprometiéndose a ceder a
título gratuito y en la
proporción que a cada uno de
ellos los afectara en el
trazado. Dichas tierras les
correspondía a los nombrados por
haberlas heredado por testamento
de D. Agustín Beliera Maderna,
cuyo juicio sucesorio del cual
eran albaceas se hallaba
archivado en el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil y
Comercial Nº 10 de la ciudad de
La Plata.
Otro documento de exoneración
suscripto por los titulares de
la comisión cerraba los
requisitos reclamados. En el
mismo se comprometían a lo
siguiente: 1º) Hacer los
trabajos de acuerdo al plano
confeccionado y a satisfacción
del ingeniero que designe el
ferrocarril. 2º) Asumir todas
las responsabilidades que
surgieran en el transcurso de
las obras anticipadas a la
autorización oficial, como así
también las derivadas de
cualquier accidente que
ocurriera con motivo de los
trabajos. 3º) En caso de que
éstos no fueran aceptados y
aprobados por el ferrocarril por
no haberse realizado conforme al
plano, se obligaban a dejar el
terreno en las mismas
condiciones como les fuera
entregado. 4º) Abonar a la
administración los gastos
derivados de estudios, planos y
demás trámites en caso de
desistir de su realización.
En el mes de marzo de 1960, se
efectúan varias reuniones entre
las partes, la comisión acepta
los presupuestos presentados por
los señores Albino Boy, Norberto
Bell, Carlos Orellano y Oscar
Lucatelli, donde constan los
trabajos de albañilería y
mampostería a concretar, siendo
revisados por el constructor D.
Carmelo Guerra. En esos días se
recibe un detalle de las
conversaciones mantenidas con
los representantes del
ferrocarril, por parte del Dr.
Picasso y el Ing. Levín,
adelantando que personal
especializado de la empresa se
haría presente para determinar
la ubicación del Apeadero a
construirse.
Se adquieren 40.000 ladrillos a
los hornos de Russo y de Beliera-Melo,
donando el primero 4.000 y los
últimos 10.000. Otra cantidad de
calidad superior se trae desde
la localidad de Chacabuco. Otras
sumas de dinero se invierten en
la compra de arena, hierros y
bolsas de cal y cemento. El
comisionado del municipio de
Escobar, enterado de los
preparativos para el inicio de
la obra, promete facilitar una
máquina niveladora y la pala
hidráulica para alisar el
terreno y rellenar la parte del
andén, días más tarde ofrece
también un carro y camión
regador.
La provisión de agua era uno de
los mayores inconvenientes. Al
comienzo era abastecida por un
señor de apellido Flint y por
los hornos de Oscar Beliera y
Pedro Nieto; luego se llegaría a
un acuerdo con D. Andrés Koslab,
quien sin descuidar las reservas
del barrio Alta Vista y por
estar próximo al lugar brindaría
la cantidad necesaria.
Se depositan en el banco $
124.300,00 m/n., producto de las
colectas, sumando los fondos
recaudados hasta ese momento $
135.300,00 m/n. En concepto de
salidas por gastos en materiales
y mano de obra se llegaba a $
97.379,00. Todos debían cooperar
y por ello se visitaba a los
vecinos que no habían hecho aun
sus aportes para lograr tal
cometido.
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El lunes 25 de abril de 1960, a
las 09:00, horas se dio comienzo
a las obras y en los primeros
días del mes de junio debido a
su adelanto, la comisión evaluó
la posibilidad de inaugurar el
Apeadero para la fecha patria
que se avecinaba en celebración
al día de la bandera nacional,
pidiendo a las autoridades
ferroviarias que ordenaran la
detención de todos los trenes
locales que se dirigían hasta la
estación Matheu. Lo solicitado
no prosperó por diversos
inconvenientes que veremos a
continuación. |

Comienzo de las
obras de la Parada
KM. 48
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Uno de los factores que
paralizaron imprevistamente la
obra fue la falta de provisión
de cemento. Una vez solucionado
el abastecimiento de este
material se reanudaron los
trabajos y en julio de 1960 ya
se había construido la pared de
la plataforma en toda su
longitud de 220 metros y se
comenzaba con su relleno.
Otro de los impedimentos se
presentó con los contratistas
Orellana y Locatelli, quienes
pretendían cobrar sumas
adicionales por los trabajos
realizados. Esta circunstancia
no contemplada en el contrato,
dio lugar a prescindir de los
servicios de los nombrados por
querer lucrar a costa de los
vecinos y por expresarse en
forma injuriosa contra los
miembros de la comisión,
quedando a cargo de la obra D.
Carmelo Guerra y D. Héctor
Cippitelli. |
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En el mes de octubre se procedió
a entregar a las autoridades del
ferrocarril, la documentación
técnica de las obras y las
constancias de haber abonado la
suma de $ 8.519,00 m/n. en
concepto de derechos
arancelarios.
Considerando que la construcción
del andén se hallaba
prácticamente finalizada, se
convocó a los vecinos a
participar de una asamblea
general para el día domingo 23
de octubre en la casa quinta del
ing. Levín. Debido al mal tiempo
reinante en la fecha programada
se pospuso el encuentro para el
día 26 de noviembre. Esta
postergación servía, además,
para esperar el resultado de las
negociaciones mantenidas con la
empresa ferroviaria, ya que algo
importante se estaba gestando,
pues en esos días previos, la
comisión había agasajado en el
domicilio del ingeniero Levín, a
funcionarios del ferrocarril
Mitre, estando presentes en
dicho festejo los Ingenieros
Pilar y Beretta y los Sres.
Rodríguez, Di Campli, Varela,
Bustos y Torasso. |
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La reunión no se llevo a cabo en
la fecha prevista y se aplazó
nuevamente para el 3 de
diciembre, oportunidad donde se
informó a los presentes lo
realizado hasta el momento y se
propuso hacer pública la nómina
de los colaboradores, como
también los aportes efectuados,
gastos, renovación de los
miembros de la comisión
directiva y otros detalles
relacionados con la prosecución
y finalización de las obras. El
postre fue el anuncio y la
lectura de la aprobación del
petitorio vecinal presentado en
el mes de enero de ese año por
parte del Director Nacional de
Ferrocarriles, Ing. Lorenzo R.
Botazzi, quien con fecha 16 de
noviembre de 1960 había firmado
la resolución Nº 593/60,
autorizando a la empresa del
Ferrocarril del Estado Argentino
a construir las instalaciones
fijas y necesarias y convertir
en Parada con desvío de cruzada
el Apeadero Km. 48, en virtud de
que la conversión solicitada
favorecía la implantación de un
nuevo sistema de manejo y
control de la operatividad y con
ello se lograría un mayor
beneficio a todos los usuarios,
una más ajustada regularidad en
la marcha de los trenes que a la
vez representaría un adelanto
técnico ponderable. |
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Esta resolución facultaba la
detención de las formaciones en
el lugar a partir del 19 de
diciembre del mismo año, todos
los días de su circulación y
según se efectuaran sus
respectivas prestaciones en días
hábiles, domingos o feriados,
que se consideraran necesarios
para el desplazamiento de los
vecinos de la zona. Las tarifas,
en forma momentánea y hasta
tanto no se concluyeran las
instalaciones autorizadas,
tenían vigencia hasta y desde
Garín y Matheu. De más está en
decir, que luego de este logro,
la asamblea ratificó todo lo
actuado y la reelección de la
comisión vecinal.
Según lo previsto quedó
inaugurado el servicio de trenes
de pasajeros en la flamante
Parada Km. 48, el 19 de
diciembre en los siguientes
horarios. Salidas de Victoria:
02:00, 06:30 (no corría los
domingos), 06:32 (domingos),
07:32 (domingos y feriados),
10:51, 17:02 (días hábiles),
17:38 (días hábiles), 19:00
(días hábiles), 19:10 (domingos
y feriados), 20.01 (días
hábiles), 20:15. Regresos.
Salida de Parada Km. 48: 03:45,
06:23 (días hábiles), 07:59 (no
corría los domingos), 08:31
(domingos), 12:44 (días
hábiles), 11:05, 15:56 (no
corría los domingos), 17:57,
18:51 (días hábiles), 20:46
(días feriados) y 20:46
(domingos).
El delegado municipal de
Tortuguitas D. Osvaldo Medina y
el secretario ejecutivo del
gobierno de la provincia de
Buenos Aires, visitan el lugar
en el mes de febrero de 1961.
Mantienen una reunión con la
comisión vecinal y como
resultado del petitorio de estos
últimos, interceden en las
gestiones ante el Director de
Agua y Energía para dotar del
servicio eléctrico a la Parada
ferroviaria.
Desde Vialidad de la delegación
Del Viso, envían una máquina
niveladora para esparcir la
carbonilla enviada por
ferrocarriles hasta estación
Garín y desde ahí transportada
por cuenta de la comisión al Km.
48. Se cursan notas al
intendente de Escobar
solicitando se gestione la luz
eléctrica para el sector
comprendido desde el barrio Alta
Vista hasta el límite con el
partido del Pilar, incluyendo la
parada ferroviaria y la ruta 26.
La fracción lindera del lado
izquierdo del andén, en toda su
extensión, queda afectada a un
plan de urbanización. Se colocan
las primeras plantas en los
costados de las plataforma a una
distancia de 6 metros una de la
otra y se instalan las cañerías
y el bombeador para proveer de
agua a la Parada.
Se aprueba el presupuesto del
contratista D. Alberto Merlino
para realizar las estructuras de
hormigón del edificio de la
Parada y se dispone la compra de
los materiales.
En setiembre de 1961 D. Juan
Humberto Ismael Beliera y Da.
María Portillo de Olivieri, se
dirigen por medio de una nota al
Sr. Administrador del
Ferrocarril Mitre, en la misma
ratificaban la donación del
terreno de 50 por 700 metros y a
su vez hacían saber que la
franja de tierra perteneciente a
Da. Juana Beliera había sido
adquirida por el primero de los
nombrados por escritura pasada
ante el escribano D. Justo R.
Ballester, efectuada en el
pueblo de Escobar en fecha 20 de
junio de 1960, y por tal motivo
tomaba a su cargo el
cumplimiento del compromiso
contraído oportunamente por la
vendedora con el ferrocarril. El
30 de abril de 1962, la empresa
procedió a tomar posesión del
terreno cuya superficie
comprendía 35.000 m2. |
Una circular impresa en
noviembre de 1962, es
distribuida entre los vecinos
para que concurran a una
asamblea prevista para el día 15
de diciembre con la finalidad de
renovar la comisión. La misma se
efectúa con una numerosa
participación de habitantes y de
resultas de la votación son
confirmados la mayoría de los
representantes vecinales, otros,
por deserción son reemplazados,
quedando compuesta la nueva mesa
directiva por las siguientes
personas: Presidente Honorario:
D. Ezequiel Pablo Beliera.
Presidente: Dr. Adolfo Luis
Picasso, Vicepresidente: D.
Humberto Beliera, Tesorero: D.
Pío Cippitelli, Protesorero: D.
Horacio Russo, Secretario: Ing.
D. David Levín, Prosecretario:
D. Pedro Nieto, Secretario de
Actas: D. Francisco Serra`,
Vocales: D. Carmelo Guerra, D.
Claudio Permarini, D. Samuel F.
Gurfinkel, D. José de Melo, D.
Juan Wyss, D. Andrés Koslab, D.
Antonio Brunetti y D. L. Flint.
Revisores de Cuentas: D. Luis
Zanardi y D. Pedro Capello.
Comisión de Fiestas: Da. Carmen
C. de Levín, Da. Mercedes F. de
Capello y la Srta. Mercedes D.
Capello.
En diciembre de 1962 se
colocaron los carteles
indicadores PARADA KILOMETRO 48
y se corrieron las alambradas
para que el ferrocarril pudiera
utilizar los terrenos que le
habían sido cedidos en donación.
A mediados de 1963 al no
prosperar las gestiones
realizadas ante diversos entes
para lograr la provisión de
energía eléctrica, derivan la
situación a la administración de
Ferrocarriles. Días después se
autoriza a la comisión a
dirigirse a la empresa SEGBA con
la finalidad de tramitar en
forma directa las conexiones
correspondientes para la
iluminación de la Parada y la
fuerza motriz para extraer agua. |
Resulta digno destacar la
actividad desplegada en todos
estos años por los integrantes
de la comisión, quienes al
margen de su preocupación por
dotar ahora de todo lo necesario
a la Parada, sin descuidar sus
ocupaciones habituales también
estaban abocados a lograr la
edificación de una escuela, un
destacamento policial, la
iglesia y otros beneficios para
el progreso del lugar.
Desde el momento de la
habilitación de la Parada mucho
tiempo había pasado y se notaba
un panorama desalentador en la
finalización del proyecto. Este
estancamiento producido por
falta de recursos, obligó a
llamar a los pobladores a un
nuevo esfuerzo para terminar la
obra emprendida. Los años fueron
sucediendo y la comisión vecinal
confirmada una vez más con el
voto de confianza de los
pobladores, organizó rifas,
festivales, comidas y otros
eventos para proveerse de
fondos. Otros ingresos llegaron
de la colaboración popular y de
las contribuciones personales de
los más pudientes. A fines de
abril del año 1968 se dio por
concluida la obra. |
 |
El edificio quedó construido con
las modalidades propias de una
estación, de 23 m. de largo por
7,00 m. de ancho. La plataforma
de 220 m. de largo por 4,00 m.
de ancho, hacia el lado de las
vías se levantó un muro de
mampostería de 0,45 m. de
espesor apoyado sobre bases de
hormigón de cascotes y en el
cordón superior se colocaron
losetas de hormigón premoldeado.
Contaba además con los detalles
que se enumeran:
1) Dependencia de boletería de
4,00 m. por 3,20 m., equipada
con toilette de 1,50 m. por 0,90
m., revestido con azulejos
celestes y artefactos
instalados, para uso exclusivo
del personal ferroviario.
2) Un refugio para el público de
8,00 m. por 3,20 m., protegido
hacia el lado de las vías con
superficie vidriada y hacia el
lado de la calle con pared de
mampostería.
3) Cuatro baños para uso público
de damas y caballeros, de 3,00
m. por 2,00 cada uno, revestidos
con azulejos celestes y
equipados con sus artefactos.
4) Un depósito de 4,00 m. por
3,20 m., con resguardo para el
equipo bombeador que alimentaba
un tanque de 1.000 litros.
5) Cañerías e instalaciones
sanitarias complementarias.
La estructura resistente quedó
formada por columnas, vigas y
losas de hormigón, su cubierta
asfáltica y revestida con
material de frente. Se la dotó
con una moderna iluminación y
sobre la plataforma se
instalaron seis columnas con
focos de vapor a mercurio y
todos los alrededores de la
Parada fueron adecuadamente
urbanizados. |
 |
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La conveniencia de poner un
nombre a la Parada Km. 48, tiene
sus anécdotas. Según testimonios
de algunos sobrevivientes de la
ex comisión vecinal, existía un
acuerdo con los representantes
de la empresa ferroviaria para
llamarla Beliera por ser este el
apellido de los antiguos
propietarios del sitio donde se
erigió la Parada y por ser los
descendientes de esta familia
los donantes de las tierras para
la construcción de las
instalaciones ferroviarias y
futuras expansiones. Otra
denominación que se barajaba era
el de "Escuela 24", por ser el
hito de su creación y no faltó
quien propusiera "Granadero
Gelves", relacionando a este
soldado mártir de la batalla de
San Lorenzo como nacido en el
lugar. Lo cierto es que el
compromiso de palabra no se
cumplió en los hechos y las
autoridades de Ferrocarriles
Argentinos designadas por el
entonces gobierno militar, en
fecha 23 de agosto de 1968 el
general de brigada D. Tomás José
Caballero, vicepresidente en
ejercicio de la presidencia de
dicho órgano estatal, aprobaba
la resolución P. Nº 1932/68,
cuyo tenor se trascribe:
"Visto el expediente Nº
10.303/58 del registro de la
Secretaría del Estado de
Transporte por el cual se
tramita la resolución D.N.F. Nº
593/60, que autorizó la
conversión en Parada del
Apeadero Km. 48, en jurisdicción
del Ferrocarril General Mitre, y
Considerando, que la
administración del mencionado
Ferrocarril para completar la
medida sugiere se le asigne el
nombre de "Maquinista Savio".
Que el nombre propuesto
corresponde a un Maquinista cuya
figura es casi leyenda en el
ex-ferrocarril Central
Argentino, siendo el conductor
indiscutible cuando se trataba
de correr trenes en que viajaban
las más altas personalidades de
la época;
Que el homenaje con que se desea
recordar al Maquinista Savio no
sólo es el tributo a un hombre,
sino que indirectamente
representa el reconocimiento a
toda la familia ferroviaria por
intermedio de un servidor que el
destino señaló para una
descollante actuación;
Por ello, atento a lo
establecido en el artículo 15º
inciso a) del Estatuto vigente y
las facultades conferidas por el
Decreto Nº 27/67 |
EL PRESIDENTE DE FERROCARRILES
ARGENTINOS,
RESUELVE:
ARTICULO 1º) Designar con el
nombre de Maquinista Savio a la
actual Parada Km. 48 del
Ferrocarril General Mitre, "ad
referéndum" de la Secretaría del
Estado de Transporte.
ARTICULO 2º) Regístrese,
comuníquese y archívese.
En un lucido acto
realizado el día sábado 24 de
agosto de 1968, a las 11:00
horas, quedó oficialmente
inaugurada la Parada. La
ceremonia fue presidida por el
vicepresidente en ejercicio de
la presidencia de Ferrocarriles
Argentino, general de brigada D.
Tomás José Caballero, a quien
acompañaba el administrador del
Ferrocarril General Mitre,
coronel D. Eduardo Rossi, el
administrador de Relaciones
Públicas e Inteligencia de EFA,
Coronel D. Alberto Cáceres, el
jefe de Economía y Finanzas del
Mitre, Mayor D. Lucio Selva,
otros altos funcionarios y jefes
de Departamentos y principales
servicios de la empresa
ferroviaria.
Se hallaban presentes, además,
el intendente municipal de
Escobar, ingeniero D. Alberto
Ferrari Marín, el de Pilar, Dr.
D. Raúl H. Colombo, el juez de
Paz de Escobar, D. Juan Manuel
Arcos, el comisario inspector D.
Gualberto Angel Rosas, de la
Unidad Regional de Policía Nº 3,
con asiento en San Martín, el
titular de la comisaría de
Escobar, y los miembros de la
comisión vecinal Pro Parada
Kilómetro 48, encabezados por su
presidente Dr. D. Adolfo Luis
Picasso. También se encontraba
D. Luis Jesús Aguirre, ahijado
de Francisco Savio. |
 |
Formaban guardia de honor junto
al palco oficial efectivos del
Regimiento de Granaderos a
Caballo "General San Martín",
del Cuerpo de Bomberos
Voluntarios de Escobar, al mando
del comandante D. Edelmiro Oscar
Shaanz, y de la Sociedad
Bomberos Voluntarios del Pilar,
a las órdenes del comandante D.
Simón Lemos, todos con uniforme
de gala.
El arribo de las autoridades se
produjo a bordo de un tres
especial en el que viajaron
también periodistas, fotógrafos
y camarógrafos. Fue un tren
evocativo conducido por una
réplica de la famosa máquina 191
e integrado por la misma
formación de coches de época del
viejo Ferrocarril Central
Argentino, que durante
muchísimos años fue tripulado
por el Maquinista Francisco
Savio.
En primer término, la banda del
ejército de la Escuela "General
Lemos", bajo la dirección del
capitán D. Ramón Falangone,
ejecutó el himno nacional, que
fue coreado por la concurrencia.
Luego se dio lectura a la
resolución por la cual se impuso
el nombre de "Maquinista Savio"a
la Parada Km. 48, y a
continuación hizo uso de la
palabra el secretario de la
comisión vecinal, ingeniero D.
David Levín. |
 |
Seguidamente pronunció un
discurso el general de brigada
D. Tomás Caballero, cerrando la
ceremonia inaugural el cura
párroco de Garín, R.P. D. Pedro
Alberto Perna, impartió la
bendición a las instalaciones de
la Parada. El general Caballero
y su comitiva efectuaron
entonces una visita al edificio. |
 |
Una vez finalizada la recorrida,
las autoridades e invitados
especiales se trasladaron al
edificio en construcción de la
Escuela Nº 24 del Pilar,
dependiente del Ministerio de
Educación de la Provincia de
Buenos Aires, donde fueron
agasajados con un almuerzo. |
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