CAPITULO II
Parada Maquinista Savio -
Antecedentes de su creación -
Gestiones de la es Comisión
Vecinal - El Nombre de la Parada
- Inauguración Oficial.
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La
Parada Maquinista Savio
es la más moderna del
ramal Victoria-Capilla
del Señor. Se encuentra
ubicada en el kilómetro
48, entre las estaciones
Garín y Matheu, dentro
del partido de Escobar.
La distancia real desde
Retiro es de 48, 376, 35
km.
Han pasado ya casi 38
años desde su creación,
que llevó implícita la
formación de un nuevo
pueblo que tomó su
nombre. Su desarrollo y
progreso en tan poco
tiempo la ha convertido
en una grande y pujante
localidad, con
perspectivas no muy
lejanas para
consolidarla en ciudad.
Lamentablemente la
competencia ejercida
sobre su jurisdicción
por dos municipios
distintos, Pilar y
Escobar, hicieron de
ella un hecho único e
insólito, dividiéndola
por medio de una
frontera.
Las gestiones para la
realización de un
"paradero, apeadero o de
una estación" en el
kilómetro 48 comenzaron
por año 1940, cuando un
grupo de vecinos
propietarios del cuartel
9º del Pilar iniciaron
tratativas con la
empresa ferroviaria
dando origen al
expediente Nº 012478/40.
En ese entonces se pedía
la detención en el lugar
del tren lechero el cual
además llevaba un vagón
de pasajeros y corría en
una hora apropiada para
quienes debían viajar a
la ciudad de Buenos
Aires.
No obstante tener una
resolución favorable de
la Dirección General de
Ferrocarriles, el
trámite no prosperó.
Pasaron los años,
grandes extensiones de
campos fueron parcelados
y loteados, atrayendo a
muchas personas que de
distintos puntos del
país eligieron el lugar
para construir su
vivienda. Así comenzaron
a crecer los barrios El
Jabalí, San Jorge, Los
Ñanduces, Alta Vista,
Green Hill, Los
Cachorros, Maryvón, El
Chajá, Hightland Park,
Alto Alegre, La
Providencia, San José,
El Ombú, y otros.
Teniendo en cuenta los
propósitos fundamentales
que inspiraba el Segundo
Plan Quinquenal
impulsado por el
gobierno justicialista,
en fecha 18 de enero de
1954 los vecinos
reiteraron el viejo
petitorio ante el
Ministro de Transportes
de la Nación, ing. D.
Juan E. Maggi, con la
firma de 207 pobladores
y representados, esta
vez, por el doctor
Adolfo Luis Picasso, de
profesión abogado y
propietario de una finca
en la zona.
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En la nota presentada se citaban
los beneficios que traería para
el lugar la instalación de una
estación. Los motivos
principales eran:
- La concurrencia a las escuelas
primarias y secundarias de los
numerosos niños en edad escolar
que se veían privados de hacerlo
por falta de medios adecuados de
comunicación con los centros
urbanos.
- Que los numerosos adquirentes
de lotes de los diversos barrios
y demás propietarios pudieran
proceder a edificar sus
viviendas permanentes con la
seguridad de viajar en forma
cómoda y rápida a los centros
fabriles y comerciales, para
atender sus ocupaciones y
necesidades habituales, lo cual
no podía realizarse por falta de
medios de transporte.
- El traslado de los productos
de granja, especialmente leche,
aves, huevos, por cuanto las
estaciones más próximas, Garín
se hallaba a 3.766 m., y Matheu
5.834 m., distancias tomadas
desde el paso a nivel de la ruta
Nº 2014 (hoy Nº 26).
- La coordinación con el
transporte de pasajeros y
cargas, ya que al encontrarse el
sitio indicado para la
"parada-estación" en un punto
estratégico equidistante entre
Garín y Matheu y en el cruce de
una ruta provincial pavimentada,
que se unía con las rutas
nacionales 8 y 9, facilitaría
enormemente el desplazamiento
hacía los distintos extremos del
radio que habitaban, combinando
con otros medios de locomoción
tales como la línea de
colectivos Nº 203, que efectuaba
su recorrido entre San Fernando
y Pilar, sin perjuicio de los
servicios que prestaban los
coches de alquiler y otros
recursos.
En resumen, las razones
invocadas eran una sentida
necesidad de la zona e
interpretaba un anhelo colectivo
en beneficio general, tanto para
la población como para la
comunidad, siendo por otra parte
muy reducido el costo que
devengaría su construcción,
además ya se contaba con un
guardabarrera permanente en la
intersección precisada, con su
casilla respectiva y
casa-habitación.
Canalizado en el más alto nivel
de la administración de los
transportes del país, este
pedido obligó a las autoridades
de la empresa ferroviaria a
llamar a las partes para lograr
un entendimiento. El 31 de marzo
de 1954, un parte interno
elaborado por el ing. Jorge F.
Nichum y D. Rafael Di Campli, de
los distritos Pergamino y Buenos
Aires, comunicaban a sus
superiores el resultado de una
reunión mantenida en el km. 48
con el doctor Picasso. Otras
averiguaciones le fueron
encomendadas a la división
Vigilancia y Prevención.
Las diligencias practicadas por
estas áreas, una vez analizadas
por el administrador general del
ferrocarril Mitre, fueron
condensadas en un informe
elevado a la Presidencia
Nacional de Transportes el 10 de
diciembre de 1954. El escrito
decía textualmente: "Cumplo en
remitir a Ud., un petitorio
presentado al Sr. Ministro de
Transportes de la Nación por el
Sr. Adolfo L. Picasso y
suscripto por un núcleo de
vecinos de la zona, registrado
bajo el Nº 20.608, solicitando
la construcción de una Parada a
la altura del km. 48, entre las
estaciones Garín y Matheu.
Estudiado el asunto por los
organismos competentes del
ferrocarril, se ha constatado
que en el punto de que se trata
existe un pueblo nuevo en
formación a consecuencia de
haberse efectuado loteo de
tierras y si bien el número de
viviendas construidas no es en
la actualidad como para
interesar al ferrocarril bajo el
aspecto económico, debe
admitirse que por tratarse de
una zona que presenta todas las
características necesarias para
la radicación fija, de estar
servida por medio de transportes
adecuados contribuiría al
aumento de la población, pues la
paralización de las
construcciones se debe a la
falta de esos medios, pero si se
construyera la parada no hay
duda de que tomaría el impulso
que es lógico presumir.
Por el lugar atraviesa la ruta
provincial pavimentada Nº 2014,
que empalma las nacionales 8 y
9, con acceso a las poblaciones
de Ingeniero Maschwitz y Del
Viso, esta última del F. C. N.
G. Belgrano. Cuenta con el
servicio que proporciona la
empresa Independencia, cuyos
vehículos circulan entre San
Fernando y Luján, pasando por
este lugar a las 08:00, 11:00 y
16:00 horas aproximadamente, en
dirección a Luján, y a las
11:00, 14:00 y 19:00 horas en el
viaje de regreso.
En una reunión llevada a cabo
con el nombrado Dr. Picasso, se
convino, en principio, que de
aprobarse el proyecto la parada
sería construida y costeada
exclusivamente por aquel y otros
contribuyentes, bajo la
supervisión y entera
satisfacción del ferrocarril,
emplazándola en el km. 48, lado
sur, entre los palos 2 y 3.
Además, de concretarse el
proyecto de que se trata, la
empresa se reservaría el derecho
de hacer construir la parada con
las comodidades que corresponde
a una estación moderna, no solo
para satisfacer las necesidades,
sino para evitar que después de
habilitada los vecinos reclamen
al ferrocarril la ejecución de
mejoras por falta de previsión.
Como los recurrentes se harían
cargo por su exclusiva cuenta de
la construcción de la precitada
parada, el ferrocarril no
incurriría en gasto,
beneficiándose con la
instalación, que probablemente
tendría que afrontar en un
futuro no lejano si se formara
allí una densa población que
habría de servir.
El Dr. Picasso, también hará
gestiones con los demás
propietarios, para ceder al
ferrocarril una lonja de terreno
de figura rectangular, cuyas
medidas cubran una superficie de
50 m. de ancho por 700 m. de
largo costeando la vía, para ser
destinado en un futuro a playa
de cargas o para otra función
que la administración pueda
considerar necesaria para su
explotación.
Esta Administración General se
permite significar, que no
habiendo inconveniente bajo el
punto de vista técnico en llevar
a cabo esta obra como medida de
fomento, y teniendo en cuenta
que la habilitación de la parada
proyectada facilitaría el acceso
a la capital de los residentes
de la zona, con el consiguiente
ingreso para el ferrocarril,
como también recibiría en cesión
un terreno que sin duda en un
futuro aumentaría el tráfico de
cargas, se estima que podría
accederse a lo solicitado,
haciendo notar que los servicios
se implantarán y acrecentarán de
acuerdo con la densidad de
población que se radique en la
zona.
Frente a lo dispuesto por el
Ministerio de Transportes en la
resolución Nº 796/52 de fecha 28
de marzo de 1952, en la cual
ordena a las empresas
ferroviarias que en los casos de
gestiones que se relacionan con
la construcción y/o habilitación
de "paradas", las actuaciones
deben ser elevadas para
resolución de ese Ministerio,
esta Administración General
cumpliendo con dicho requisito
somete a consideración este
asunto, remitiendo, al mismo
tiempo, el informe producido por
Vigilancia y Prevención, por el
que podrá advertirse que en el
lugar no quedan loteos
importantes que realizar y la
financiación del gasto que
demande la construcción de la
parada se efectuaría entre el
vecindario".
Los terrenos adyacentes a la vía
férrea pertenecían, entre otros,
a Juana Beliera, Justo Beliera,
Félix Honorio Beliera y Agustín
Beliera, quienes los habían
heredado de sus padres Pedro
Pablo Beliera y María de la Cruz
Maderna, integrantes éstos de
una familia que junto a otros
parientes poseían el dominio de
la tierras que hoy conforman en
su extensión la localidad de
Maquinista Savio, campos éstos
que en su momento fueron
utilizados para crianza y
pastoreo de animales vacunos y
lanares, labranza y otras
actividades rurales. Con el
correr del tiempo, diversas
sucesiones y transferencias,
trasladaron los derechos de
estos predios a terceros,
principalmente a sociedades y
compañías inmobiliarias, entre
ellas; Alta Vista, Kanmar, Peña
y Pavlovski, Justo y Simeriglio,
Kilómetro 48, Askaba, que luego
de efectuar los trazados
correspondientes dieron vida a
los barrios. El primer loteo del
que se tiene conocimiento se
efectuó en el año 1947 y fue el
campo de don Justo Beliera, en
cuyas tierras se formó el barrio
"El Jabalí".
Una de las sociedades
constituida el 21 de octubre de
1947 fue la denominada "Alta
Vista". Esta firma tenía sus
oficinas en Capital Federal y
había adquirido parte de estas
tierras en cinco títulos
distintos. El primer loteo de
aproximadamente 70 hectáreas,
con afirmados internos, luz
eléctrica y servicio de agua
corriente, creó el barrio Alta
Vista; un parque donde se
edificaron inicialmente unas 15
residencias y otras se
encontraban en construcción. Una
segunda fracción había sido
totalmente vendida y ya se
hallaba poblada con casas de
menor magnitud que la anterior.
Desde 1947 a 1955 D. Justo
Beliera había vendido un total
de 112 lotes, la inmobiliaria
"Alta Vista" 53 y Da. Juana
Beliera 27. Quedaban aún 230
lotes de propiedad de los
nombrados para los mismos fines,
los que eran promocionados por
los martilleros a los
interesados y su superficie
llegaba a los 340.220,68 m2.
De esta forma la población
comenzó a aumentar
vertiginosamente; las fábricas
instaladas en las cercanías
reclamaban la presencia de un
gran número de personas, las que
debían tener su residencia lo
más cerca posible del lugar de
trabajo. La tierra era abundante
y barata, comprar un lote en
esos tiempos no era problema por
las grandes facilidades de pago
con que se ofrecían.
Al principio, por no contar con
vehículos para trasladarse a Del
Viso, Maschwitz o Escobar, las
necesidades de los habitantes
era abastecidas por un modesto
negocio de almacén de campo
situado a escasos 200 metros del
paso a nivel, del costado oeste
de la ruta 26. El tráfico de
pasajeros era muy limitado, el
único medio de transporte era un
colectivo que realizaba tres
viajes directos de ida y vuelta
entre San Fernando y Pilar. En
cambio el tránsito de rodados de
carga por la ruta 26 era
intenso, pues era utilizado por
los camiones cisternas que
abastecían de combustible a las
estaciones de servicio y que
hacían su recorrido desde
Campana a Campo de Mayo y a la
zona oeste del gran Buenos
Aires; también era frecuente el
paso de los camiones que
transportaban hacienda a los
frigoríficos de Zárate ("The
Smithfield and Argentine Meat
Company, Ltd", "Anglo" y "Las
Palmas") y que desde la ruta 8
se dirigían a la ruta 9 para
llegar a ese destino.
En el mes de junio de 1957, los
moradores enviaron otro escrito
al administrador general del
Ferrocarril Mitre, en él
reiteraban y pedían una
definición a lo solicitado años
antes; además ponían en su
conocimiento que, como resultado
de la gestión vecinal apoyada
por las autoridades municipales,
se había logrado crear una
escuela primaria en una casilla
facilitada por un vecino y se
contaba con el nombramiento de
las maestras, quienes debían
trasladarse desde Buenos Aires
por medio del ferrocarril, por
carecer de otro medio de
movilidad que las acercara al
lugar. Por ese motivo era
necesario que los trenes se
detuvieran en el Km. 48, para
permitir a las docentes dar
clases y regresar a sus
domicilios al terminar su labor
en el establecimiento escolar.
Luego de algunas dilaciones de
los asesores de la empresa, las
máximas autoridades del
Ferrocarril Mitre autorizaron
por primera vez la detención de
un convoy de ida y otro de
vuelta en el paso a nivel de la
ruta 26, para el descenso y el
ascenso de los maestros. El
logro fue festejado, era un
precedente que pasaría de ahí en
más a ser historia.
No sería esta la única decisión
de las autoridades de
Ferrocarriles Argentinos, en
forma separa envió un
cuestionario al Dr. Picasso para
que contestara a la brevedad la
forma como se iba a encarar la
construcción de la parada, sus
características y supervisión.
Picasso llevó la propuesta a los
vecinos, cuya mayoría eran
personas de condiciones
humildes, trabajadoras y sus
posibilidades económicas no les
permitían efectuar grandes
erogaciones. Luego de mantener
una reunión donde participaron
todos los residentes del
kilómetro 48, estos dieron
cuenta al Dr. Picasso sus
conclusiones.
La construcción de la estación
se haría en el predio fijado
mediante la donación del terreno
necesario, edificando a su costo
y administración la misma bajo
el contralor y directivas del
ferrocarril. En cuanto a los
trabajos del desvió de cruzada y
medios de señalización, debían
ser realizados y sufragados por
la empresa ferroviaria, por
disponer de los elementos,
materiales y equipos idóneos
para ello. Esta fue la
contestación de los vecinos en
un informe elevado el 14 de
noviembre de 1957.
La obra proyectada fue estimada
en un costo aproximado de $
750.000, presupuesto donde
estaba incluida la suma de $
500.000, que respondía al desvío
de cruzada, señalamiento y
telecomunicaciones que debía
afrontar el ferrocarril. Esto
último fue objetado por el
presidente de Ferrocarriles
Argentinos, quien desestimó la
oferta vecinal mediante un
dictamen de fecha 28 de agosto
de 1958, en el cual, entre otros
conceptos, opinaba: "…por no
estar justificado por una
necesidad pública y por la
especulación con las ventas de
tierras no era aconsejable por
el momento habilitar un Apeadero
en el Km. 48", notificando lo
resuelto al Dr. Picasso por
medio de la Administración
General el 8 de septiembre del
mismo año.
Esta determinación fue tomada a
consecuencia de un informe
suministrado a la presidencia,
cuyo alcance llamó la atención
por su reiteración en las
sucesivas instancias que
trataron y opinaron sobre el
asunto, y en nada perjudicaba
los intereses del ferrocarril.
En estas consultas internas se
consideraba: "…la presencia de
una estación incide en el valor
de las tierras, dado que es el
mayor medio de transporte para
movilizarse al trabajo y por lo
tanto crece la demanda de lotes.
En este caso por tratarse de una
zona buena para la vivienda
permanente es indudable que en
el transcurso de poco tiempo se
convertirá en un pueblo,
teniendo en cuenta las
posibilidades de adquirir
terrenos, en especial la clase
media…". Y se repetía: - "…es
cosa cierta que la existencia de
una estación incide en el valor
de las tierras y es indudable
que la habilitación del Apeadero
producirá una demanda y mayor
venta de lotes en la zona con la
consiguiente repercusión en los
precios".
No podemos negar que de llevarse
adelante con el proyecto subiría
el valor de las tierras, ello
era previsible ante semejante
progreso, pero el trasfondo de
la cuestión era otro, no
faltaron quienes querían sacar
provecho en este asunto y por
tal motivo dificultaban las
tratativas. Funcionarios con
propósitos deshonestos asociados
con los rematadores de los
lotes, tenían un acuerdo en
común en las ganancias y al ver
que el negocio se les escapaba
de las manos producían informes
desfavorables a sus superiores
para entorpecer las gestiones
vecinales.
Esta circunstancia pasajera no
impidió proseguir con las
tratativas. El Dr. Picasso,
acompañado siempre por algunos
habitantes, acudía en forma
frecuente al organismo central
de la empresa en el barrio de
Retiro, buscando una solución
satisfactoria al tan ansiado y
reiterado pedido. Finalmente el
23 de julio de 1959, el Director
Nacional de Ferrocarriles, ing.
Julio C. Solla, dictó la
resolución Nº 481/59, cuya s
reflexiones y determinación
reproducimos:
"Que el Apeadero proyectado ha
de beneficiar a unos 1.500
pobladores de la zona. Que la
carencia de otros medios de
transporte que los vincule con
la Capital Federal justifica la
obra propuesta. Que el lugar
elegido para la construcción del
Apeadero no ofrece
inconvenientes de carácter
técnico ni operativo. Que el
costo del Apeadero a construirse
correrá por cuenta exclusiva de
los vecinos de la zona y la obra
a realizarse estará bajo la
supervisión del ferrocarril. Que
asimismo los propietarios de los
campos linderos a la zona de vía
afectada se comprometen a ceder
una franja de terreno de 50
metros de frente por 700 metros
de largo paralelo al ferrocarril
afectado, para destinarlo a
futuras ampliaciones de las
instalaciones ferroviarias. Que
la habilitación del Apeadero de
que se trata no ha de provocar
maniobras especulativas con los
terrenos circundantes al punto
de referencia. Que actualmente
se realizan servicios
ferroviarios en el citado
kilómetro mediante la parada de
los trenes CM, 455, 463, 465 y
477, para el traslado de
personal docente de la escuela
Nº 24, aprobado por expediente
S.T. 6634/57. Por ello y
teniendo en cuenta la
recomendación favorable
producida por la empresa
Ferrocarriles del Estado
Argentino, como así lo informado
por las Direcciones de Contralor
de Tráfico y Técnica y por el
Departamento de Inspección, se
resuelve:
Artículo 1º) Autorizase
a la empresa Ferrocarriles del
Estado Argentino a construir y
habilitar un Apeadero en el Km.
48, sito entre las estaciones
Garín y Matheu de la línea de
Retiro a Pergamino del
Ferrocarril General Bartolomé
Mitre.
Artículo 2º) El
gasto que demande la
construcción de que se trata
será sufragado por los vecinos
de la zona y la obra supervisada
por la Administración del
F.C.G.B. Mitre.
Artículo 3º) La
Empresa F.C. del Estado
Argentino deberá comunicar
oportunamente la fecha de
habilitación del mismo,
efectuando además las
publicaciones reglamentarias y
someter para su aprobación los
servicios a realizar.
Artículo 4º) De
forma.
Esta disposición concretaba una
larga aspiración de la población
exteriorizada en más de 20 años
de gestiones y debido al gran
beneficio que redundaría para el
distrito en general el
funcionamiento y habilitación
del Apeadero, la comisión
provisoria "Pro Construcción"
constituida a tal efecto,
convocó al vecindario,
propietarios y demás usuarios, a
una reunión para el domingo 11
de octubre de 1959, horas 15:00,
en la casa quinta "El Sogno" que
el ing. David Levín poseía sobre
la ruta 26 frente a la entrada
del barrio "Alta Vista". El tema
a tratar consistía en componer
una comisión definitiva para
encarar la realización de la
obra, concretar su financiación,
forma de llevarla a cabo y otros
detalles del caso. |
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A fin de contar con una masiva
concurrencia se distribuyeron
volantes por toda la zona. Ya se
contaba con una organización que
nada ni nadie torcería en el
futuro y el sueño de ver
cristalizado su objetivo
comenzaba a cumplirse.
De resultas de la asamblea la
junta vecinal quedó integrada
por las siguientes personas: |
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Presidente: Dr. D.
Adolfo Luis Picasso,
Vicepresidente: D. Juan
Humberto Ismael Beliera,
Secretario: Ing. D.
David Levín,
Prosecretario: D. Pedro
Nieto, Secretario de
Actas: D. Francisco
Serra, Tesorero: D. Pío
Cippitelli, Protesorero:
D. D. Horacio Russo,
Vocales: D. Juan Schenk,
D. Andrés Koslab, D.
Juan Wyss, D. Carmelo
Guerra, D. José R. Rauzy,
D. Oscar Aubone, D.
Oscar Beliera, D. César
Peña y el Dr. D. Andrés
Manuel Janer. Revisores
de Cuentas: Escribano D.
Carlos Martínez y D.
Manuel Cheves |
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El 21 de noviembre de ese año se
realiza una reunión
extraordinaria con la
participación de los vecinos y
se aprueba reunir fondos para la
construcción del Apeadero,
decidiendo la mayoría de los
presentes que el aporte se haría
de acuerdo al volumen de la
propiedad, siendo el tributo
mínimo 1.000 $, pero también se
consideraba contribuciones
menores para aquellos de escasos
recursos. Varios miembros de la
comisión, por su propia
voluntad, se comprometen a donar
sumas mayores.
En esta primer convocatoria se
recaudó entre los presentes
94.300 pesos m/n., importe que
los incentivó para acelerar el
comienzo de las obras,
designándose a los señores
Picasso, Levín, Nieto, Beliera y
Koslab, para entrevistar al ing.
Fernando E. Pilar, 2º jefe del
Departamento de Vía y Obra del
Ferrocarril Mitre.
Luego de reunirse con este
funcionario, restaba aún ultimar
algunos detalles. Por ello en el
mes de enero de 1960 cursaron
una nota al Administrador del
Ferrocarril Mitre, comunicando
que al margen de lo ya aprobado
en los planos presentados,
procederían a levantar un
refugio o abrigo para resguardo
de los pasajeros, adjuntando el
diseño del mismo. Llevaban
también a su conocimiento, que
los trabajos se efectuarían "por
administración", aportando los
vecinos el material y la mano de
obra que fuera necesario bajo el
contralor técnico del
ferrocarril, contando con la
colaboración desinteresada de
profesionales del rubro, siendo
uno de ellos el constructor D.
Carmelo Guerra, quien facilitaba
además, una mezcladora, una
moledora mecánica, andamios,
varias herramientas y otros
implementos para ejecutar las
tareas. Del mismo modo se tenía
la palabra y el compromiso sin
costo alguno del maestro mayor
de obras D. Pío Cippitelli, para
ocuparse del cuidado de los
trabajos. |
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Todo lo recaudado para la
financiación del proyecto era
depositado en la cuenta
corriente Nº 228, que habían
abierto en la sucursal Escobar
del Banco de la Provincia de
Buenos Aires, a nombre de los
miembros de la comisión: D.
Adolfo Picasso, D. Pío
Cippitelli, D. Humberto Ismael
Beliera, D. Horacio Russo y D.
Pedro Nieto.
Una de las mayores
preocupaciones eran la cantidad
de materiales que se necesitaban
para cubrir la longitud y
extensión del andén, cuyo costo
había aumentado
considerablemente y superaba el
cálculo previsto años atrás.
Justificaban ahora, que en vez
de Apeadero el proyecto se
aprobara bajo la categoría de
Parada, con las correspondientes
comodidades y anexos inherentes
a la misma; un nuevo estudio de
costos arrojó la suma de $
887.500,00 m/n para concretar
esta última ambición.
Solicitaban también, se les
permitiera efectuar la limpieza
del terreno y depositar en él
ladrillos, cascotes, arena y
otros materiales que ofrecían
los vecinos como contribución
para la obra. En el nuevo
petitorio se adjuntaba un
documento donde Da. Juana
Beliera, Da. Celia María
Portillo Beliera de Olivieri y
D. Juan Humberto Ismael Beliera,
en su carácter de propietarios
de la fracción contigua a las
vías en el km. 48, ratificaban
como aporte para facilitar la
realización del Apeadero, la
donación al ferrocarril de una
lonja de tierra de 50 metros de
ancho por 700 metros de largo,
comprometiéndose a ceder a
título gratuito y en la
proporción que a cada uno de
ellos los afectara en el
trazado. Dichas tierras les
correspondía a los nombrados por
haberlas heredado por testamento
de D. Agustín Beliera Maderna,
cuyo juicio sucesorio del cual
eran albaceas se hallaba
archivado en el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil y
Comercial Nº 10 de la ciudad de
La Plata.
Otro documento de exoneración
suscripto por los titulares de
la comisión cerraba los
requisitos reclamados. En el
mismo se comprometían a lo
siguiente: 1º) Hacer los
trabajos de acuerdo al plano
confeccionado y a satisfacción
del ingeniero que designe el
ferrocarril. 2º) Asumir todas
las responsabilidades que
surgieran en el transcurso de
las obras anticipadas a la
autorización oficial, como así
también las derivadas de
cualquier accidente que
ocurriera con motivo de los
trabajos. 3º) En caso de que
éstos no fueran aceptados y
aprobados por el ferrocarril por
no haberse realizado conforme al
plano, se obligaban a dejar el
terreno en las mismas
condiciones como les fuera
entregado. 4º) Abonar a la
administración los gastos
derivados de estudios, planos y
demás trámites en caso de
desistir de su realización.
En el mes de marzo de 1960, se
efectúan varias reuniones entre
las partes, la comisión acepta
los presupuestos presentados por
los señores Albino Boy, Norberto
Bell, Carlos Orellano y Oscar
Lucatelli, donde constan los
trabajos de albañilería y
mampostería a concretar, siendo
revisados por el constructor D.
Carmelo Guerra. En esos días se
recibe un detalle de las
conversaciones mantenidas con
los representantes del
ferrocarril, por parte del Dr.
Picasso y el Ing. Levín,
adelantando que personal
especializado de la empresa se
haría presente para determinar
la ubicación del Apeadero a
construirse.
Se adquieren 40.000 ladrillos a
los hornos de Russo y de Beliera-Melo,
donando el primero 4.000 y los
últimos 10.000. Otra cantidad de
calidad superior se trae desde
la localidad de Chacabuco. Otras
sumas de dinero se invierten en
la compra de arena, hierros y
bolsas de cal y cemento. El
comisionado del municipio de
Escobar, enterado de los
preparativos para el inicio de
la obra, promete facilitar una
máquina niveladora y la pala
hidráulica para alisar el
terreno y rellenar la parte del
andén, días más tarde ofrece
también un carro y camión
regador.
La provisión de agua era uno de
los mayores inconvenientes. Al
comienzo era abastecida por un
señor de apellido Flint y por
los hornos de Oscar Beliera y
Pedro Nieto; luego se llegaría a
un acuerdo con D. Andrés Koslab,
quien sin descuidar las reservas
del barrio Alta Vista y por
estar próximo al lugar brindaría
la cantidad necesaria.
Se depositan en el banco $
124.300,00 m/n., producto de las
colectas, sumando los fondos
recaudados hasta ese momento $
135.300,00 m/n. En concepto de
salidas por gastos en materiales
y mano de obra se llegaba a $
97.379,00. Todos debían cooperar
y por ello se visitaba a los
vecinos que no habían hecho aun
sus aportes para lograr tal
cometido.
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El lunes 25 de abril de 1960, a
las 09:00, horas se dio comienzo
a las obras y en los primeros
días del mes de junio debido a
su adelanto, la comisión evaluó
la posibilidad de inaugurar el
Apeadero para la fecha patria
que se avecinaba en celebración
al día de la bandera nacional,
pidiendo a las autoridades
ferroviarias que ordenaran la
detención de todos los trenes
locales que se dirigían hasta la
estación Matheu. Lo solicitado
no prosperó por diversos
inconvenientes que veremos a
continuación. |

Comienzo de las
obras de la Parada
KM. 48
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Uno de los factores que
paralizaron imprevistamente la
obra fue la falta de provisión
de cemento. Una vez solucionado
el abastecimiento de este
material se reanudaron los
trabajos y en julio de 1960 ya
se había construido la pared de
la plataforma en toda su
longitud de 220 metros y se
comenzaba con su relleno.
Otro de los impedimentos se
presentó con los contratistas
Orellana y Locatelli, quienes
pretendían cobrar sumas
adicionales por los trabajos
realizados. Esta circunstancia
no contemplada en el contrato,
dio lugar a prescindir de los
servicios de los nombrados por
querer lucrar a costa de los
vecinos y por expresarse en
forma injuriosa contra los
miembros de la comisión,
quedando a cargo de la obra D.
Carmelo Guerra y D. Héctor
Cippitelli. |
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En el mes de octubre se procedió
a entregar a las autoridades del
ferrocarril, la documentación
técnica de las obras y las
constancias de haber abonado la
suma de $ 8.519,00 m/n. en
concepto de derechos
arancelarios.
Considerando que la construcción
del andén se hallaba
prácticamente finalizada, se
convocó a los vecinos a
participar de una asamblea
general para el día domingo 23
de octubre en la casa quinta del
ing. Levín. Debido al mal tiempo
reinante en la fecha programada
se pospuso el encuentro para el
día 26 de noviembre. Esta
postergación servía, además,
para esperar el resultado de las
negociaciones mantenidas con la
empresa ferroviaria, ya que algo
importante se estaba gestando,
pues en esos días previos, la
comisión había agasajado en el
domicilio del ingeniero Levín, a
funcionarios del ferrocarril
Mitre, estando presentes en
dicho festejo los Ingenieros
Pilar y Beretta y los Sres.
Rodríguez, Di Campli, Varela,
Bustos y Torasso. |
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La reunión no se llevo a cabo en
la fecha prevista y se aplazó
nuevamente para el 3 de
diciembre, oportunidad donde se
informó a los presentes lo
realizado hasta el momento y se
propuso hacer pública la nómina
de los colaboradores, como
también los aportes efectuados,
gastos, renovación de los
miembros de la comisión
directiva y otros detalles
relacionados con la prosecución
y finalización de las obras. El
postre fue el anuncio y la
lectura de la aprobación del
petitorio vecinal presentado en
el mes de enero de ese año por
parte del Director Nacional de
Ferrocarriles, Ing. Lorenzo R.
Botazzi, quien con fecha 16 de
noviembre de 1960 había firmado
la resolución Nº 593/60,
autorizando a la empresa del
Ferrocarril del Estado Argentino
a construir las instalaciones
fijas y necesarias y convertir
en Parada con desvío de cruzada
el Apeadero Km. 48, en virtud de
que la conversión solicitada
favorecía la implantación de un
nuevo sistema de manejo y
control de la operatividad y con
ello se lograría un mayor
beneficio a todos los usuarios,
una más ajustada regularidad en
la marcha de los trenes que a la
vez representaría un adelanto
técnico ponderable. |
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Esta resolución facultaba la
detención de las formaciones en
el lugar a partir del 19 de
diciembre del mismo año, todos
los días de su circulación y
según se efectuaran sus
respectivas prestaciones en días
hábiles, domingos o feriados,
que se consideraran necesarios
para el desplazamiento de los
vecinos de la zona. Las tarifas,
en forma momentánea y hasta
tanto no se concluyeran las
instalaciones autorizadas,
tenían vigencia hasta y desde
Garín y Matheu. De más está en
decir, que luego de este logro,
la asamblea ratificó todo lo
actuado y la reelección de la
comisión vecinal.
Según lo previsto quedó
inaugurado el servicio de trenes
de pasajeros en la flamante
Parada Km. 48, el 19 de
diciembre en los siguientes
horarios. Salidas de Victoria:
02:00, 06:30 (no corría los
domingos), 06:32 (domingos),
07:32 (domingos y feriados),
10:51, 17:02 (días hábiles),
17:38 (días hábiles), 19:00
(días hábiles), 19:10 (domingos
y feriados), 20.01 (días
hábiles), 20:15. Regresos.
Salida de Parada Km. 48: 03:45,
06:23 (días hábiles), 07:59 (no
corría los domingos), 08:31
(domingos), 12:44 (días
hábiles), 11:05, 15:56 (no
corría los domingos), 17:57,
18:51 (días hábiles), 20:46
(días feriados) y 20:46
(domingos).
El delegado municipal de
Tortuguitas D. Osvaldo Medina y
el secretario ejecutivo del
gobierno de la provincia de
Buenos Aires, visitan el lugar
en el mes de febrero de 1961.
Mantienen una reunión con la
comisión vecinal y como
resultado del petitorio de estos
últimos, interceden en las
gestiones ante el Director de
Agua y Energía para dotar del
servicio eléctrico a la Parada
ferroviaria.
Desde Vialidad de la delegación
Del Viso, envían una máquina
niveladora para esparcir la
carbonilla enviada por
ferrocarriles hasta estación
Garín y desde ahí transportada
por cuenta de la comisión al Km.
48. Se cursan notas al
intendente de Escobar
solicitando se gestione la luz
eléctrica para el sector
comprendido desde el barrio Alta
Vista hasta el límite con el
partido del Pilar, incluyendo la
parada ferroviaria y la ruta 26.
La fracción lindera del lado
izquierdo del andén, en toda su
extensión, queda afectada a un
plan de urbanización. Se colocan
las primeras plantas en los
costados de las plataforma a una
distancia de 6 metros una de la
otra y se instalan las cañerías
y el bombeador para proveer de
agua a la Parada.
Se aprueba el presupuesto del
contratista D. Alberto Merlino
para realizar las estructuras de
hormigón del edificio de la
Parada y se dispone la compra de
los materiales.
En setiembre de 1961 D. Juan
Humberto Ismael Beliera y Da.
María Portillo de Olivieri, se
dirigen por medio de una nota al
Sr. Administrador del
Ferrocarril Mitre, en la misma
ratificaban la donación del
terreno de 50 por 700 metros y a
su vez hacían saber que la
franja de tierra perteneciente a
Da. Juana Beliera había sido
adquirida por el primero de los
nombrados por escritura pasada
ante el escribano D. Justo R.
Ballester, efectuada en el
pueblo de Escobar en fecha 20 de
junio de 1960, y por tal motivo
tomaba a su cargo el
cumplimiento del compromiso
contraído oportunamente por la
vendedora con el ferrocarril. El
30 de abril de 1962, la empresa
procedió a tomar posesión del
terreno cuya superficie
comprendía 35.000 m2. |
Una circular impresa en
noviembre de 1962, es
distribuida entre los vecinos
para que concurran a una
asamblea prevista para el día 15
de diciembre con la finalidad de
renovar la comisión. La misma se
efectúa con una numerosa
participación de habitantes y de
resultas de la votación son
confirmados la mayoría de los
representantes vecinales, otros,
por deserción son reemplazados,
quedando compuesta la nueva mesa
directiva por las siguientes
personas: Presidente Honorario:
D. Ezequiel Pablo Beliera.
Presidente: Dr. Adolfo Luis
Picasso, Vicepresidente: D.
Humberto Beliera, Tesorero: D.
Pío Cippitelli, Protesorero: D.
Horacio Russo, Secretario: Ing.
D. David Levín, Prosecretario:
D. Pedro Nieto, Secretario de
Actas: D. Francisco Serra`,
Vocales: D. Carmelo Guerra, D.
Claudio Permarini, D. Samuel F.
Gurfinkel, D. José de Melo, D.
Juan Wyss, D. Andrés Koslab, D.
Antonio Brunetti y D. L. Flint.
Revisores de Cuentas: D. Luis
Zanardi y D. Pedro Capello.
Comisión de Fiestas: Da. Carmen
C. de Levín, Da. Mercedes F. de
Capello y la Srta. Mercedes D.
Capello.
En diciembre de 1962 se
colocaron los carteles
indicadores PARADA KILOMETRO 48
y se corrieron las alambradas
para que el ferrocarril pudiera
utilizar los terrenos que le
habían sido cedidos en donación.
A mediados de 1963 al no
prosperar las gestiones
realizadas ante diversos entes
para lograr la provisión de
energía eléctrica, derivan la
situación a la administración de
Ferrocarriles. Días después se
autoriza a la comisión a
dirigirse a la empresa SEGBA con
la finalidad de tramitar en
forma directa las conexiones
correspondientes para la
iluminación de la Parada y la
fuerza motriz para extraer agua. |
Resulta digno destacar la
actividad desplegada en todos
estos años por los integrantes
de la comisión, quienes al
margen de su preocupación por
dotar ahora de todo lo necesario
a la Parada, sin descuidar sus
ocupaciones habituales también
estaban abocados a lograr la
edificación de una escuela, un
destacamento policial, la
iglesia y otros beneficios para
el progreso del lugar.
Desde el momento de la
habilitación de la Parada mucho
tiempo había pasado y se notaba
un panorama desalentador en la
finalización del proyecto. Este
estancamiento producido por
falta de recursos, obligó a
llamar a los pobladores a un
nuevo esfuerzo para terminar la
obra emprendida. Los años fueron
sucediendo y la comisión vecinal
confirmada una vez más con el
voto de confianza de los
pobladores, organizó rifas,
festivales, comidas y otros
eventos para proveerse de
fondos. Otros ingresos llegaron
de la colaboración popular y de
las contribuciones personales de
los más pudientes. A fines de
abril del año 1968 se dio por
concluida la obra. |
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El edificio quedó construido con
las modalidades propias de una
estación, de 23 m. de largo por
7,00 m. de ancho. La plataforma
de 220 m. de largo por 4,00 m.
de ancho, hacia el lado de las
vías se levantó un muro de
mampostería de 0,45 m. de
espesor apoyado sobre bases de
hormigón de cascotes y en el
cordón superior se colocaron
losetas de hormigón premoldeado.
Contaba además con los detalles
que se enumeran:
1) Dependencia de boletería de
4,00 m. por 3,20 m., equipada
con toilette de 1,50 m. por 0,90
m., revestido con azulejos
celestes y artefactos
instalados, para uso exclusivo
del personal ferroviario.
2) Un refugio para el público de
8,00 m. por 3,20 m., protegido
hacia el lado de las vías con
superficie vidriada y hacia el
lado de la calle con pared de
mampostería.
3) Cuatro baños para uso público
de damas y caballeros, de 3,00
m. por 2,00 cada uno, revestidos
con azulejos celestes y
equipados con sus artefactos.
4) Un depósito de 4,00 m. por
3,20 m., con resguardo para el
equipo bombeador que alimentaba
un tanque de 1.000 litros.
5) Cañerías e instalaciones
sanitarias complementarias.
La estructura resistente quedó
formada por columnas, vigas y
losas de hormigón, su cubierta
asfáltica y revestida con
material de frente. Se la dotó
con una moderna iluminación y
sobre la plataforma se
instalaron seis columnas con
focos de vapor a mercurio y
todos los alrededores de la
Parada fueron adecuadamente
urbanizados. |
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La conveniencia de poner un
nombre a la Parada Km. 48, tiene
sus anécdotas. Según testimonios
de algunos sobrevivientes de la
ex comisión vecinal, existía un
acuerdo con los representantes
de la empresa ferroviaria para
llamarla Beliera por ser este el
apellido de los antiguos
propietarios del sitio donde se
erigió la Parada y por ser los
descendientes de esta familia
los donantes de las tierras para
la construcción de las
instalaciones ferroviarias y
futuras expansiones. Otra
denominación que se barajaba era
el de "Escuela 24", por ser el
hito de su creación y no faltó
quien propusiera "Granadero
Gelves", relacionando a este
soldado mártir de la batalla de
San Lorenzo como nacido en el
lugar. Lo cierto es que el
compromiso de palabra no se
cumplió en los hechos y las
autoridades de Ferrocarriles
Argentinos designadas por el
entonces gobierno militar, en
fecha 23 de agosto de 1968 el
general de brigada D. Tomás José
Caballero, vicepresidente en
ejercicio de la presidencia de
dicho órgano estatal, aprobaba
la resolución P. Nº 1932/68,
cuyo tenor se trascribe:
"Visto el expediente Nº
10.303/58 del registro de la
Secretaría del Estado de
Transporte por el cual se
tramita la resolución D.N.F. Nº
593/60, que autorizó la
conversión en Parada del
Apeadero Km. 48, en jurisdicción
del Ferrocarril General Mitre, y
Considerando, que la
administración del mencionado
Ferrocarril para completar la
medida sugiere se le asigne el
nombre de "Maquinista Savio".
Que el nombre propuesto
corresponde a un Maquinista cuya
figura es casi leyenda en el
ex-ferrocarril Central
Argentino, siendo el conductor
indiscutible cuando se trataba
de correr trenes en que viajaban
las más altas personalidades de
la época;
Que el homenaje con que se desea
recordar al Maquinista Savio no
sólo es el tributo a un hombre,
sino que indirectamente
representa el reconocimiento a
toda la familia ferroviaria por
intermedio de un servidor que el
destino señaló para una
descollante actuación;
Por ello, atento a lo
establecido en el artículo 15º
inciso a) del Estatuto vigente y
las facultades conferidas por el
Decreto Nº 27/67 |
EL PRESIDENTE DE FERROCARRILES
ARGENTINOS,
RESUELVE:
ARTICULO 1º) Designar con el
nombre de Maquinista Savio a la
actual Parada Km. 48 del
Ferrocarril General Mitre, "ad
referéndum" de la Secretaría del
Estado de Transporte.
ARTICULO 2º) Regístrese,
comuníquese y archívese.
En un lucido acto
realizado el día sábado 24 de
agosto de 1968, a las 11:00
horas, quedó oficialmente
inaugurada la Parada. La
ceremonia fue presidida por el
vicepresidente en ejercicio de
la presidencia de Ferrocarriles
Argentino, general de brigada D.
Tomás José Caballero, a quien
acompañaba el administrador del
Ferrocarril General Mitre,
coronel D. Eduardo Rossi, el
administrador de Relaciones
Públicas e Inteligencia de EFA,
Coronel D. Alberto Cáceres, el
jefe de Economía y Finanzas del
Mitre, Mayor D. Lucio Selva,
otros altos funcionarios y jefes
de Departamentos y principales
servicios de la empresa
ferroviaria.
Se hallaban presentes, además,
el intendente municipal de
Escobar, ingeniero D. Alberto
Ferrari Marín, el de Pilar, Dr.
D. Raúl H. Colombo, el juez de
Paz de Escobar, D. Juan Manuel
Arcos, el comisario inspector D.
Gualberto Angel Rosas, de la
Unidad Regional de Policía Nº 3,
con asiento en San Martín, el
titular de la comisaría de
Escobar, y los miembros de la
comisión vecinal Pro Parada
Kilómetro 48, encabezados por su
presidente Dr. D. Adolfo Luis
Picasso. También se encontraba
D. Luis Jesús Aguirre, ahijado
de Francisco Savio. |
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Formaban guardia de honor junto
al palco oficial efectivos del
Regimiento de Granaderos a
Caballo "General San Martín",
del Cuerpo de Bomberos
Voluntarios de Escobar, al mando
del comandante D. Edelmiro Oscar
Shaanz, y de la Sociedad
Bomberos Voluntarios del Pilar,
a las órdenes del comandante D.
Simón Lemos, todos con uniforme
de gala.
El arribo de las autoridades se
produjo a bordo de un tres
especial en el que viajaron
también periodistas, fotógrafos
y camarógrafos. Fue un tren
evocativo conducido por una
réplica de la famosa máquina 191
e integrado por la misma
formación de coches de época del
viejo Ferrocarril Central
Argentino, que durante
muchísimos años fue tripulado
por el Maquinista Francisco
Savio.
En primer término, la banda del
ejército de la Escuela "General
Lemos", bajo la dirección del
capitán D. Ramón Falangone,
ejecutó el himno nacional, que
fue coreado por la concurrencia.
Luego se dio lectura a la
resolución por la cual se impuso
el nombre de "Maquinista Savio"a
la Parada Km. 48, y a
continuación hizo uso de la
palabra el secretario de la
comisión vecinal, ingeniero D.
David Levín. |
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Seguidamente pronunció un
discurso el general de brigada
D. Tomás Caballero, cerrando la
ceremonia inaugural el cura
párroco de Garín, R.P. D. Pedro
Alberto Perna, impartió la
bendición a las instalaciones de
la Parada. El general Caballero
y su comitiva efectuaron
entonces una visita al edificio. |
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Una vez finalizada la recorrida,
las autoridades e invitados
especiales se trasladaron al
edificio en construcción de la
Escuela Nº 24 del Pilar,
dependiente del Ministerio de
Educación de la Provincia de
Buenos Aires, donde fueron
agasajados con un almuerzo. |
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