La catedral fue diseñada originalmente por el arquitecto británico Sir George Gilbert Scott, y con la revisión del arquitecto neozelandés Benjamin Mountfort. Los planos iniciales eran de un edificio de madera, pero fueron cambiados con el descubrimiento de una piedra local de buena calidad. Las maderas de matai y totara procedentes de la Península de Banks fueron utilizadas para los soportes del tejado.

La torre de la catedral alcanza los 63 metros de altura, puede ser visitada y ofrece hermosas vistas de la ciudad. La torre ha sido dañada por terremotos en tres ocasiones.

La catedral sufrió reformas importantes entre los años 2006 y 2007, incluyendo la remoción y sustitución de las tejas de pizarra de su techumbre.