HISTORIA DE PILAR

 

 Capítulo X - El diario de viajes de D. Félix de Azara - su paso por el Pilar en 1784

 

 D. Félix de Azara estuvo en Pilar el 2 de enero 1784. La partida del famoso navegante y quienes lo acompañaban se había iniciado desde la ciudad de Buenos Aires. Según comenta en sus memorias, había pedido nueve caballos para las tres de la madrugada de ese día, pero se los trajeron a las dos y media de la tarde, por lo que se demoró la partida. Luego de marchar unas cuatro leguas, atravesando por el campo, tomaron otro camino que los condujo, sin pasar por la casa de postas del puente de Las Conchas, hasta el pueblo del Pilar, donde llegaron a las 8 y media de la noche, luego de recorrer trece leguas.


 D. Félix de Azara (1746-1821), 
 

Retrato de Félix de Azara

 

 

Las descripciones que siguen son muy interesantes por las observaciones que hizo en una época en que aún conservaban los territorios recorridos su aspecto primitivo. El Capitán Azara prosigue su relato y expresa:

Desde la salida hallamos por todo el camino muchas casas o ranchos en mayor número cerca de la ciudad. Viven sus moradores de la cría de ganados, siembras de maíz y trigo, de todo poquísimo y principalmente de no gastar. No ofrecen estos campos eminencias ni valles, todos son casi horizontales, carecen de árboles y leña; sólo se ve algún ombú que sirve de sombra a algún rancho; pero a la salida de la ciudad se hallan muchas chacras cerradas de tunas en que apenas hay otra cosa que algunos duraznos e higueras mal cuidados.

También hay en las mismas cercanías muchos tejares, que surten a la ciudad de ladrillo de que casi toda está hecha, porque no hay piedra alguna. Cuécense los ladrillos con biznagas y cardos secos.

Carecen estos campos de agua, que aun para los animales se saca de pozos, haciendo tirar la vasija o balde cuero por un caballo. El agua se halla a ocho o diez brazas de profundidad. Distaría nuestro camino de la costa del Río de la Plata, tres o cuatro leguas donde más, y todo el terreno estaba tan seco que ni una hierba verde se veía.

Como a cinco leguas de la ciudad hallamos en arroyo de Las Conchas, que no corría pero es muy cenagoso en tiempo de lluvias, en profundidad pero escondido. Sólo halle un avestruz y muy raro caracará o carancho, ni otras aves carnívoras que tanto abunda la banda de Montevideo, sin embargo de que halle algunos animales muertos. Tampoco vi otras aves sino muchos mochuelos, que los portugueses llaman curuchay, todos metidos en la infinidad de vizcacheras. Acaso la suma sequedad y aridez en que estaba la tierra ahuyenta las aves, cuanto anduve es tierra greda negra en la superficie de las raíces podridas.

 
La noche tenía luna y a su luz pude ver que la Iglesia del pueblo del Pilar era de ladrillo cubierta de teja y bastante capaz. Es parroquial y contiene alrededor unas 30 casas o ranchos. No paramos aquí; continuamos hasta la posta que dista del pueblo media legua, en cuyo comedio corre un arroyo del nombre del pueblo muy cenagoso, particularmente a la banda de dicho pueblo.

Dormimos al sereno para libertarnos de las pulgas y a las 6 de la madrugada, del día 3 de enero, montamos a caballo y a las cinco leguas hallamos un pueblo llamado la Capilla de Casco [Capilla del Señor], curato que tendrá inmediatas a la Iglesia 25 casas cubiertas de teja.

La narración que sigue es muy atrayente, pues abundan las explicaciones de los lugares visitados y lo reparado en el trayecto del camino hacia Asunción, donde llegó el 9 de febrero, en cuya travesía pasó por San Antonio de Areco, Arrecifes, Baradero, San Pedro, Rosario, Santa Fe, Goya y Corrientes. (83)

 

Publicaciones - La imagen entronizada en el altar mayor del templo.

La versión más antigua y completa del historial de la iglesia y pueblo del Pilar, de la cual se tiene conocimiento, fue difundida recién en octubre de 1940. En ese año Pedro Piñero y José María Thomassey, con la colaboración gráfica de Juan Aldax, publican el "Album de Pilar". La edición, de tirada muy limitada y solventada por comerciantes y profesionales del partido, contiene, además, antecedentes de las instituciones locales, personajes, sociales, etc., y se completa con ilustraciones y fotografías. (84)

La reseña descriptiva de los orígenes del lugar incluida en este ejemplar, fue tomada de las hojas de "Criterio" órgano católico dirigido y difundido en los hogares cristianos de la localidad por el Reverendo Padre Silvio Braschi, llegado a Pilar en 1920. Este sacerdote durante su gestión por más de 30 años, logró reunir varios documentos originales de distintos sucesos acaecidos en el pasado, luego desaparecidos y hoy en manos de particulares, circunstancia de la cual nos explayamos en la introducción de esta recopilación.

 
Interior y Altar de la Parroquia Ntra. Sra. Del PIlar - Foto tomada alrededor de 1950

Algunos de estos testimonios fueron transcriptos en el año 1948 por el Instituto Agrario Argentino en un libro que llevó por título "Reseña General Histórica, Geográfica y Económica del Partido del Pilar". Años más tarde fueron apareciendo otras publicaciones editadas con la anuencia y el auspicio de la Municipalidad del Pilar. (85)

En todas estas obras y diversos artículos aparecidos en folletos, revistas, diarios y otros medios de difusión del partido, siempre se dijo, en lo atinente a la a la imagen donada por Da. María Cabezas, "que es la misma que se encuentra entronizada en el altar mayor del templo actual". (86)

En cambio, el Padre Jesuita Guillermo Furlong, sostenía: "la imagen que se venero desde sus comienzos fue una representativa de N. S. del Pilar de 80 cm. de altura, a principios de este siglo se donó a una capilla vecina y en su lugar se puso otra de dudosa advocación". (87)

La duda quedo esclarecida con el hallazgo del Libro 1º de Fábrica de la Iglesia que se hallaba archivado en la Curia Diocesana de Buenos Aires. Las constancias de este tomo comenzaron en 1784 y en él se anotaban las cuentas de los ingresos producto de derechos, limosnas y donaciones, como también las salidas en concepto de los gastos. Así podemos enterarnos que, en el mes de septiembre de ese año, se abonaron 25 pesos al Fray Manuel, tallista del Convento de San Francisco, por la hechura de una imagen de Nuestra Señora del Pilar, por estar indecente la que había. Al pintor Andrés, se le pagan 10 pesos por encarnar el niño, el rostro y las manos de la imagen. Por la cabellera de la virgen se abonan 6 pesos y otros 30 son destinados a la confección de la corona de plata, la cual se encarga al Maestro D. Manuel Pimentel. Esta nueva imagen se estreno el 11 de octubre de 1788 y en la ocasión la virgen patrona lucía un vestido nuevo de brocado celeste con galones finos de plata. (88)

 

La primitiva imagen era de las consideradas de bulto, estaba modelada en arcilla y totalmente vestida, mientras que la actual es de confección moderna. Esta compuesta por piezas desarmables sujetas con tornillos; la base y el pilar que la sostiene es de madera y el resto, partes de yeso y cerámica pintada. (89)

Una representación antigua, se conservaba hace unos años atrás en el museo "Alcalde Lorenzo López", que se hallaba en las instalaciones que la Casa de la Cultura poseía en el edificio de los Bomberos. En una de las vitrinas se exhibía una pequeña imagen de medio cuerpo de Nuestra Señora del Pilar, donada por D. Alejandro Timoteo Mayobre, vecino del barrio La Verde, quien la preservaba de sus antecesores.

Las telas que cubrían a esta imagen se hallaban corroídas por el paso del tiempo y estaban compuestas de un encaje blanco, vestido celeste, cinto rojo, capa de color crema y filetes bordados con hilo dorado. Su cabellera, de tono castaño y de pelo natural, estaba sujeta por la frente con una vincha negra y de una de sus orejas pendía un arito de oro. Una de sus manos y un bracito del niño Jesús estaban rotas. De su cuello, mediante un cordón, se hallaban engarzadas tres medallitas, una de ellas con la insignia de una gallina, la otra con una ovejilla y la restante con el perfil de una virgen sosteniendo un rosario entre sus manos.

 


Imágen de la Virgen de Lujan en su textura original

Respecto a la imagen entronizada en el altar mayor de la Iglesia, por autorización concedida por el Padre D. Ramón José Villa, se pudo observar y verificar el material de su confección. A ello se suma las explicaciones dadas por el Sacristán Juan Carlos Basile, encargado en desarmarla para sacarla de su camarín, en ocasión que es llevada por los fieles en procesión por las calles del pueblo.

El Padre Luis Antonio García de Tagle.

En ese año de 1784, asume como Síndico Ecónomo de la Parroquia el Doctor D. Luis Antonio de Tagle. (90) De su intensa y laboriosa actividad destacaremos algunas de las tantas obras que llevó a cabo para la preservación de la Iglesia. Las primeras innovaciones consisten en la construcción de un nuevo retablo mayor, se cubren los pisos interiores y las veredas en todo su contorno con ladrillos asentados, lo mismo se hace con las paredes exteriores para evitar la penetración de las aguas, se renuevan los tejados, se amplían los recintos, la carpintería por estar muy vieja se restaura a nuevo, se adquieren nuevas esculturas, moblajes y otros enseres. (91)

Las refacciones eran permanentes y poco duraderas. En abril de 1785 "se reedifica un pedazo de pared que arruinó la caída de la torre por haber fallado los cimientos, habiendo concurrido para su ruina la continuación de un temporal de agua por tres días antes de San Lorenzo". (92)

El Padre Tagle contaba con una estrecha colaboración de los vecinos y a diario recibía de ellos donaciones de fanegas de trigo, el cual se transportaba en carretones a la Ciudad de Buenos Aires, donde se comercializaba. Lo mismo ocurría con el ganado, cuya venta procuraba fondos para el mantenimiento de la Parroquia. (93)

 

La estancia de la Virgen.

En enero de 1789, se construye una nueva estancia para la virgen en terrenos donados para tal fin. Allí se levanta un rancho techado de paja, con un dormitorio, sala y cocina. Contaba, además, con una enramada, pozo de balde, dos corrales y quinta. Su capataz era D. Manuel de La Madrid, un comerciante que oficiaba de estanquero y tenía su morada en tierras de la parroquia. Otros principales benefactores y limosneros eran: Justo de la Cruz, Andrés Cufré, Juan de Cheves, Ventura López, Mateo Pereira, Pedro Rojas, Blas Rojas, Joaquín Hernández, Domingo Fernández y Joaquín Cabot. (94)

 


Bibliografía, documentación consultada y notas.

83.- Revista de Derecho, Historia y Letras. Colección documentos Estanislao S. Zeballos,
"Viajes inéditos de Azara", Buenos Aires, 1907, Tomo XXVIII, pp. 365 - 366.
84.- "Album de Pilar", op. cit.
85.- Comisión de Investigación Histórica de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar,
Colección "Divulgación"de "Criterio", folleto sin fecha.
"Síntesis Histórica del Partido del Pilar". Municipalidad, folleto sin fecha.
Municipalidad del Pilar, información acerca del Partido, 1985, folleto.
"Partido del Pilar, Pasado - Presente - Futuro", editado por Telas Argentinas S.R.L.,
Auspiciado por la Intendencia Municipal del Partido del Pilar, 1980.
Los conceptos históricos incluidos en estas publicaciones son una repetición de lo
citado en el Albún del Pilar y en la Reseña del Instituto Agrario Argentino. Las fuentes
documentales utilizadas en estas ediciones fueron tomadas del archivo de la Iglesia.
86.- Aseveración sostenida en las reseñas mencionadas (84) y (85).
87.- Furlong, Guillermo R.P. "Nuestra Señora en la Argentina", libro en preparación
(inédito).
88.- Libro 1º de Fábrica, "Libro de quentas", perteneciente a la Iglesia Nuestra Señora del
Pilar, donde se expresa el ingreso de dineros procedido de limosnas, derechos de
sepulturas y los gastos expedidos, llevado a partir del día 1º de enero de 1784, cuando
se recibió de lo perteneciente a ella como Síndico Ecónomo, el Dr. Luis Antonio de
Tagle. El hallazgo de este libro en la Curia Diocesana de Buenos Aires, permitió
conocer muchos detalles y acontecimientos transcurridos en la antigua Parroquia del
Pilar y los preparativos de su traslado al lugar actual.
Los aspectos desconocidos de su contenido han despertado en los últimos años la
curiosidad y consulta de muchos investigadores. Sus constancias comienzan el 1º de
enero de 1784 y finalizan el 31 de diciembre de 1856, fecha en la cual fue cerrado por
orden del entonces Obispo de Buenos Aires, Dr. D. Mariano José de Escalada, en los
primeros días del funcionamiento de la nueva Iglesia.
El 13 de abril de 1988, Monseñor Arnaldo Canale, hizo entrega del mismo al Cura
Párroco D. José Ramón Villa, quedando archivado en la Iglesia de Nuestra Señora del
Pilar. Con motivo de las obras de remodelación que se vienen realizando en la Iglesia,
este y otros libros, según se nos informó, se encuentran extraviados.
89.- Presas, Juan Antonio "Nuestra Señora de Luján y Sumampa", op. cit., pp. 168-169.
90.- Libro 1º de Fábrica, op. cit. Es el propio Dr. Tagle quien refiere haberse hecho cargo
del curato del Pilar el 1º de enero de 1774, sin embargo en los libros parroquiales se
observa su comienzo a partir del 15 de abril de 1774, actuando antes de esta última
fecha, en forma interina, el Padre Francisco de Souza y Silva. Cfr.: Libros IV de
Bautismos, folios 261 - 265 y II de Matrimonios, folio 52.
91.- Libro 1º de Fábrica, op. cit.
92.- Idem.
93.- Idem.
94.- Archivo General de la Nación, Registro 1 de Luján, folio 883v. - (IX-49-7-1), 6 de
abril de 1787. Obligación y fianza de D. Manuel de La Madrid, vecino de la Capilla
del Pilar, fiel estanquero que con su empleo se reduce a vender públicamente tabacos y
naipes. Como fianza por las mercaderías que le suministra D. Antonio Pereyra y
Mariño, hipoteca la casa de su morada con todo el terreno que le pertenece en la
Capilla del Pilar.
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, Expediente Nº 41, Año 1793. Nota
del Dr. Luis Antonio de Tagle, solicitando se otorgue licencia para pedir limosna al
vecino D. Joaquín de La Madrid, destinada a la Iglesia.

 

 

 

 
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