La
colonización de lo que después se llamaría pago
de "Luján abajo" comenzó en el año
1580, cuando Juan de Garay efectuó la división y posterior
reparto de suertes de estancias entre aquellos que lo habían
acompañado en la conquista.Dos
de los agraciados por estas adjudicaciones fueron Antonio Bermúdez
y Sebastián Bello; al primero le tocó la suerte Nº
8 y al segundo la Nº 9. Estas estancias tenían su frente
al río Luján y su fondo corría hacía el
río de las Conchas, hoy Reconquista (1).
Antonio
Bermúdez se convertiría de este modo en el primer propietario
de las tierras donde luego se formaría el pueblo nuevo del Pilar.
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De
su biografía conocemos:
Vino
al Río de la Plata enrolado en la armada del Adelantado Ortiz
de Zárate. Tal circunstancia nos permite conocer, a través
de las listas de pasajeros, algunas noticias curiosas acerca de su persona.
En la primera de estas listas, la del 20 de enero de 1572, se lee lo
siguiente: "Antón bermudez natural de la villa de Cuellar
[Segovia - España] hijo de antonio bermudes de hedad de
veynticuatro años mediano de cuerpo tiene una señal de
herida debajo de el labio", y en la segunda, datada el 9 de
octubre del mismo año, se reproduce el prontuario anterior, agregándose,
además, un dato interesante sobre el estado civil del viajero,
al partir de Sanlúcar de Barrameda: "Antonio Bermudez
natural de la villa de Quella de edad de veinte é cuatro años
de buen cuerpo una señal en la barba es soltero".
Sabido
es que la travesía -tan similar a la descripta por Paul Groussac
en páginas memorables- fue larga, monótona y penosa, debiendo
padecer la tripulación, entre otras privaciones, el mal estado
y la escasez de los víveres. Para nuestro biografiado, sin embargo,
estas penurias y la nostalgia del terruño serían mitigadas,
si no aventadas, por un sentimiento nuevo que iba ganando en forma incontrastable
su corazón. Venía a bordo, en efecto, una moza llamada
Inés de los Reyes, "natural de la villa de Escalona"
[Toledo, España] -según reza el asiento-, de edad de
veinte é cinco años de buen cuerpo los ojos garzos es
soltera", y esta moza había logrado despertar el vivo
interés del inmigrante, ayudándolo a sobrellevar, con
el bálsamo del amor, las jornadas tediosas e interminables del
cruce del océano.
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Los
primeros combates con los indios de San Gabriel fueron un rudo contraste
para la pareja. Más allí, en compensación, tuvo
el encuentro con Juan de Garay, que tan benéfica influencia tendría
en el destino del chapetón.
Siete
años después, el caudillo y el soldado regresaban juntos
al estuario y fundaban la ciudad de la Trinidad. Y en ese fausto sábado
11 de junio de 1580, Garay escogía a Bermúdez para designarlo
Regidor de 3er. voto, con lo que premiaba sus méritos y servicios
y lo señalaba a la consideración pública como uno
de los elementos más eficaces con que contaba la nueva población.
El
electo no defraudo las esperanzas del jefe, y su actuación en
el Cabildo porteño fue muy provechosa, iniciándose con
dos hechos tan importantes para la colectividad como fueron la elección
de las armas de la ciudad y la decisión de que fuera el funcionario
más antiguo quien portase el estandarte el día de San
Martín.
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Posteriormente, D. Francisco de Vera, Alguacil Mayor de estas
provincias, le confió la lugartenencia de Buenos Aires. A mediados
de 1590, estando ausente Bermúdez- "a negocios tocantes a mi
persona", según él dice-, el General Juan de Torres Navarrete lo
había substituido con otro vecino. Entre el 10 de octubre y el 12 de
noviembre del mismo año el viajero retorno a Buenos Aires y fue
restituido a sus funciones por el Teniente de Gobernador Hernando de
Mendoza. Ocurrió entonces una curiosa incidencia: el Cabildo aprobó
su reincorporación, pero exigió que no tuviera voz ni voto en las
sesiones, "si no muestra cédula particular del Rey Nuestro Señor".
En tales condiciones, Bermúdez, alegando que la preeminencia estaba
implícita en el nombramiento, se negó a ejercer el cargo y protestó
por los perjuicios que se le irrogaban, estimándolos en la suma de
2.000 pesos. Ignoramos como termino el litigio, y sólo sabemos que
en 1592 seguía siendo Alguacil.
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Carta
Topográfica del Instituto Geográfico Militar, año 1958. Las lineas
paralelas marcan las estancias repartidas por Juan De Garay en la
banda sur del Rio de Lujan.En la Suerte Nro. 8 podemos ver la actual
Ciudad Del Pilar y en la suerte Nro. 9 el lugar donde se hallaba el
Pueblo Viejo. Tras el Rio Luján y al lado de las vías del ex FF.CC.
Urquiza, "Los Cerrillos".
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En
1593, 1598, y 1600 formó parte del Cabildo, y en 1604 y 1605 fue Alcalde
Ordinario y de la Santa Hermandad, respectivamente. Por este tiempo, y
más precisamente el 21 de abril de 1604, había afianzado en 2.000
ducados, en consorcio con el Capitán Pedro de Izarra, al nuevo tesorero
Cristóbal Pérez de Aróstegui. Esta garantía, como también otra que
concedió al contador Hernando de Vargas, tuvo fatales consecuencias para
él y tronchó bruscamente su carrera política.
Varios son los memorables suscriptos por Bermúdez en procura de mercedes
para el vecindario, como varias son también las probanzas e
informaciones en que intervino con igual propósito. Entre estas últimas,
cabe señalar la investigación promovida en 1605 por un juez de la Real
Audiencia de La Plata sobre el cumplimiento de los permisos de
exportación, y otra realizada en 1606 para establecer el estado de
miseria en que se hallaba la población y la necesidad de que fuera
socorrida con algunos beneficios.
De
su actuación privada consignaremos estos episodios que ayudan a
configurar su biografía: el 30 de noviembre de 1592 declaró en la
información de servicios del Arcediano D. Martín del Barco Centenera; el
1º de noviembre del mismo año, en compañía del Teniente de Gobernador
Francisco de Salas, el Depositario Diego de trigueros, y el Capitán Ruy
Díaz de Guzmán, instituyó en la Iglesia de San Francisco la Cofradía de
la Limpia Concepción; el 13 de junio de 1602 entregó 4 pesos para
contribuir a la canonización de San Isidro de Madrid; en 1603, en el
reparto de las licencias de exportación, le dieron acordadas 36 fanegas
de harina, 11 quintales de cecina y 11 arrobas de sebo; el 7 de marzo de
1603 pidió al Teniente D. Pedro Luis de Cabrera que hiciera efectiva la
orden del Gobernador Hernandarias sobre el rescate de "todas las
piecas de mi encomienda del cacique Yosembes"; en octubre de 1607 se
suscribió con 6 pesos anuales, por sí y su casa, en la colecta destinada
al barbero y espadero Jerónimo de Miranda; y en abril de 1609 obtuvo
autorización para matar 90 reses anuales de ganado cimarrón.
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De
su matrimonio con la antigua compañera de viaje -que algunas veces
aparece con el nombre de Inés Joanes de Castilla en vez de Inés de los
Reyes-, había tenido una hija llamada Mariana Bermúdez, la cual se casó
en primeras nupcias con Pedro Vicente y procreó un niño que recibió el
nombre y apellido del padre, y una niña que fue conocida como Inés de
los Reyes o Inés Bermúdez, la cual, andando en el tiempo, sería la nieta
predilecta y la heredera universal del repoblador. Falleció Vicente, y
sus suegros, a causa de su pobreza, costearon el entierro. Luego Mariana
Bermúdez contrajo nuevas nupcias con Gonzalo de Acosta, y para que
pudiera sustentar las cargas del matrimonio, sus padres tuvieron que
dotarla en 1.520 pesos. De este enlace nació Luciana de Acosta, futura
esposa de Gonzalo Alvarez, la cual no obstante su tierna edad, no logró
desplazar a su hermanastra en el afecto del abuelo.
Había recibido éste, en el primer reparto de campos, una chacra en el "Gran
Paraná" (cerca de la actual estación Belgrano del ex Ferrocarril
Mitre), y una estancia en la "otra vanda del Riachuelo" (hoy
partido de la Matanza). Su primera encomienda de indios fue la del
cacique Caespen, de nación Yoto Serebes. En cuanto a sus primeros
predios urbanos fueron, posiblemente, el solar y la cuadra inscriptos a
su nombre en el plano municipal atribuido al año 1583, correspondiendo
el terreno a la esquina de Moreno y Bolívar, y la manzana al
cuadrilátero comprendido por las calles Alsina, Tacuarí, Hipólito
Yrigoyen y Piedras.
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Hay constancia de que la morada de Bermúdez confinaba con el templo de
San Francisco y estaba ubicada en la calle conocida a la sazón con el
nombre del Fuerte. Allí en la noche del 14 de mayo de 1610, teniendo 62
años de edad aproximadamente, expiró el antiguo conquistador, bajo
disposición testamentaria en que, como se dijo, instituía heredera
universal a su nieta Inés.
Al
día siguiente, con asistencia del Alcalde Víctor Casco de Mendoza, del
Escribano Cristóbal Remon y del albacea testamentario Gonzalo de Acosta,
se efectuó el inventario de sus bienes. Los inmuebles denunciados en tal
acto fueron los siguientes: la casa de su vivienda; un solar enfrente de
la misma; una huerta; una estancia en el "Río Luján"; la cuadra y el
solar adjudicados por Garay; y una chacra en el pago del Río de las
Conchas, a 5 leguas de la ciudad, en la que había un rancho, una tahona,
dos yuntas de bueyes, treinta vacunos, ochenta ovejas, veinte caballos,
y cincuenta fanegas de semillas de trigo. También se registraron
entonces estos objetos y vestidos: un cofre con cerradura que servía de
mesa; otro, que servía de despensa; un catre viejo, un pabellón del
Tucumán, muy destruido; dos colchones; dos sábanas; seis sillas; un
bufete; un calzón y ropillas de terciopelo negro; un ferreruelo de
gorguerán negro; una capa de paño negro; una escopeta; un mosquete; una
espada; una cota; una lanza; una montura; un par de espuelas; una cadena
de hierro; y unos tiros y pretina, con adornos de plata, que el difunto
había empeñado para solventar alguna necesidad imperiosa. Se hizo
constar en ese acto, que la casa, la chacra y otros bienes estaban
embargados a consecuencia de la garantía que concediera Bermúdez al
tesorero Pérez de Aróstegui y al contador Hernando de Vargas.
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Así con el dolor de ver comprometido su caudal, y obligado por la
necesidad a empeñar algunas prendas de su uso, murió este ilustre
repoblador de Buenos Aires. En esa época aciaga de su vida, cuando la
desgracia se encarnizaba con él, su único consuelo debió ser la pequeña
nieta que, además del nombre, heredara acaso los ojos azules y el amor
entrañable de la abuela
(2).
Inés de los Reyes Bermúdez contraería enlace el 11 de diciembre de 1613
(Iglesia Catedral, Libro 1 de Matrimonios, folio 62v.) con Luis Cordovés,
natural de Tembleque, provincia de Toledo, España, heredero y vendedor
de la estancia de Luján a Cristóbal de Melo, su poseedor en 1645.
Tierras éstas, como mencionamos al principio, situadas donde hoy se
encuentra la ciudad del Pilar y barrios adyacentes (3).
El pueblo viejo del Pilar se hallaba comprendido en la suerte de
Sebastián Bello, de quien no se tienen noticias de haberlas poblado. En
1645 su poseedor era Gonzalo León de Villoldo y Minaya, esposo de Juana
María Gómez de Sanabria, recibidas en dote de su suegro Antonio González
de Acosta, casado con María Gómez de Sanabria (4).
Muy poco es lo que podemos informar sobre la vida de Sebastián Bello y
de su estadía en estas tierras:
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Así con el dolor de ver comprometido su caudal, y obligado por la
necesidad a empeñar algunas prendas de su uso, murió este ilustre
repoblador de Buenos Aires. En esa época aciaga de su vida, cuando la
desgracia se encarnizaba con él, su único consuelo debió ser la pequeña
nieta que, además del nombre, heredara acaso los ojos azules y el amor
entrañable de la abuela
(2).
Inés de los Reyes Bermúdez contraería enlace el 11 de diciembre de 1613
(Iglesia Catedral, Libro 1 de Matrimonios, folio 62v.) con Luis Cordovés,
natural de Tembleque, provincia de Toledo, España, heredero y vendedor
de la estancia de Luján a Cristóbal de Melo, su poseedor en 1645.
Tierras éstas, como mencionamos al principio, situadas donde hoy se
encuentra la ciudad del Pilar y barrios adyacentes (3).
El pueblo viejo del Pilar se hallaba comprendido en la suerte de
Sebastián Bello, de quien no se tienen noticias de haberlas poblado. En
1645 su poseedor era Gonzalo León de Villoldo y Minaya, esposo de Juana
María Gómez de Sanabria, recibidas en dote de su suegro Antonio González
de Acosta, casado con María Gómez de Sanabria (4).
Muy poco es lo que podemos informar sobre la vida de Sebastián Bello y
de su estadía en estas tierras:
Conocido también por el apellido Velho. Nacido en 1556 en Coimbra,
Portugal. Expedicionario de Ortiz de Zárate, en cuya oportunidad declara
dieciséis años al tiempo de embarcarse. Vecino fundador de Buenos Aires
en 1580, recibe solar, estancia y la encomienda del cacique "Dulcebes
Caltís" y los indios a él sujetos. En la información sobre el
cumplimiento de las capitulaciones de los Adelantados Ortiz de Zárate y
de Vera y Aragón, realizada en Santa Fe el 1º de febrero de 1583,
declaró que acompañó a Garay a la fundación de Buenos Aires donde "le
ayudó a poblar y es vecino de ella" y su edad, entonces, era de
veinticuatro años. En un plano de 1583 - 1584 figura como Esteban Vello
(5).
A partir del siglo XVIII, diversas transferencias derivadas de
sucesiones y ventas, convirtieron en varias fracciones las suertes de
estancia otorgadas a Bermúdez y Bello, pasando una parte a manos de
Francisco Gómez de Saravia, quien había contraído enlace el 10 de
febrero de 1687 en la Iglesia Catedral de Buenos Aires
(6)
con María de Ocampo y Agüero o Cabezas, bautizada en la misma
Iglesia el 9 de junio de 1668 (7), hija legítima
de Simón Cabezas y de Juana Sánchez de Agüero y Medrano Ocampo y nieta
paterna de Pedro Cabezas y de la india Ana del Corro (8).
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Este Francisco Gómez, había sido bautizado el 31 de octubre de 1661 en
la Catedral porteña y era hijo legítimo de Garci Gómez de Saravia,
llamado también García Doctor o Doctor de la Puerta o García Gómez de
Sanabria, natural de Santa Cruz de la Sierra, y Mariana de los Reyes
Bermúdez o Cordovés; nieto paterno de Garci Pérez Doctor y de María de
Sanabria y nieto materno de Luis Cordovés y de Inés de los Reyes
Bermúdez (9).
Es interesante destacar que las tierras ocupadas hoy por la ciudad
cabecera del partido del Pilar, pertenecieron desde comienzos del siglo
XVIII al Capitán Gerardo Pérez por compra efectuada a Pablo Barragán y
sus herederos, quienes las habían recibido por legado testamentario de
su abuela Da. Ana de Caballero. Se trataba de un frente de 1.550 varas
de frente al río Luján por legua y media de fondo hacía el río de Las
Conchas, hoy Reconquista, y tenía por linderos a D. Francisco Gómez de
Saravia y a D. Francisco Pérez, suegro y hermano del comprador
(10).
El Capitán Gerardo Pérez fue bautizado el 7 de septiembre de 1689, de
1 año y 10 días (Iglesia Catedral, Libro 4 de Bautismos, folio 108v.),
hijo de D. Diego Pérez de Solís y Mendoza y de Da. María de la Rosa Lima
o Gil, casó con Da. María Gómez de Saravia, hija de D. Francisco Gómez
de Saravia y de Da. María de Ocampo y Agüero o Cabezas, procreando a:
1) Gerardo Pérez de la Rosa, casó con Isabel de Melo, hija de Juan
de Melo
Cabral y de Mariana Gómez de Saravia. Con sucesión.
2) Gerardo Pérez
"El Mozo", cónyuge de Francisca Gutiérrez de Paz, hija del Capitán
Diego Antonio Gutiérrez de Paz y de Petrona de Velasco y Benavídez.
Con sucesión.
3) Tiburcio
Pérez, esposo de Josefa Gómez de Sosa, hija del Capitán
Esteban Gómez de Sosa. Con sucesión.
4) José Pérez,
caso en primeras nupcias con María Josefa López, hija de
Juan López y de María Cordovés. Con sucesión. Viudo caso por segunda
vez con Francisca Catalina Rodríguez Flores. Con sucesión.
5) Petrona Pérez,
mujer de Bartolomé Gutiérrez de Paz, hija del Capitán
Diego Antonio Gutiérrez de Paz y de Petrona Velasco y Benavídez. Con
sucesión
6) Tomás Pérez,
contrajo matrimonio en Soriano, R. O. Uruguay, con María
Domínguez, hija natural del Maestre de Campo D. Manuel Domínguez.
Con sucesión.
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Gerardo Pérez hizo testamento el 28 de agosto de 1763 ante el Alcalde
Ordinario de la Villa de Luján D. Joaquín Cabot y Montaner. En este
legado describe así su estancia del Pilar:
"...allí tenía un rancho de adobe cubierto de paja compuesto de dos
cuartos medianos, una cuadra de tierra zanjeada y dentro de ella un
monte de duraznos, en el costado del poniente 26 sauces y al frente un
ombú".
Señala luego sus bienes muebles y semovientes:
"...cien vacas más o menos y cinco bueyes, más o menos cuatrocientas
yeguas entre ellas cinco manadas de retajos (suman entre 80 y 100
potros) y cinco pollinos, cien burras y diez o doce mulitas que ha de la
cría [...], un nicho con una imagen de Nuestra Señora de la Concepción y
otro bulto de San José...". Además de hacer producir a su atahona, el
objeto de su explotación ganadera era la cría de mulas
(11).
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Bibliografía,
documentación consultada y notas 1.-
Actas del Cabildo de Buenos Aires, Tomo VIII, Serie II, Libro XXV, 1739-1744,
p. 235.
Se denominaba "suerte de estancia o principal" a las tierras
concedidas con frentes a
las corrientes de aguas y estaban compuestas de 3.000 varas por 9.000
varas de fondo,
o media legua de frente por una y media de fondo, unidades antiguas
de longitud que
en el sistema métrico decimal representan 2.598 por 7.794 m.,
medidas éstas muy
comunes de observar en antiguas cartas topográficas.
La vara antiguamente se empleaba en nuestro país para la medición
de las tierras y su
unidad representaba 0,866 metros, así como una legua tenía
5.196 metros.
2.- Escalada Yriondo, Jorge "La vida y el nombre de Antonio Bermúdez",
Boletín del
Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas Nº 208, marzo
- abril 1999, p. 3.
Molina, Raúl Alejandro "Diccionario Biográfico de
Buenos Aires" 1580 - 1720,
Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 2000, p. 108.
3.- Archivo General de la Nación (A.G.N.) - IX-39-4-5, Tribunales,
Sección Gobierno,
Legajo 254, Expediente 8.
Trelles, Manuel Ricardo, Registro Estadístico de Buenos Aires,
Tomo I, 1861, p. 50.
4.- A.G.N. - IX-39-4-5, Tribunales, Sección Gobierno, Legajo
254, Expediente 8.
5.- Molina, Raúl A. "Diccionario Biográfico de Buenos
Aires" op. cit.
6.- Archivo Parroquia Nuestra Señora de la Merced, Libro 3 de
Bautismos, folio 148v.
7.- Archivo Parroquia Nuestra Señora de la Merced, Libro 3 de
Bautismos, folio 105v.
8.- Burzaco, Hugo Fernández de, "Aportes Biogenealógicos
para un Padrón de Habitantes
del Río de la Plata", Volumen II, p. 15, Buenos Aires, 1987.
Archivo particular Roberto Campos.
9.- Archivo particular Roberto Campos.
10.- A.G.N., Registro 3 de 1721, folio 360v.
11.- A.G.N., Registro 1º de Luján, IX-49-7-1, folios 162
-166. Testamento Gerardo Pérez.
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