Panadería de “Pérez Hnos.”
Como homenaje a esta casa sinónimo de panadería, discurriremos
sintéticamente sobre el negocio de los hermanos Pérez:
“Panadería, facturería y bombonería”.
Por esa época, el edificio era de ladrillo a la vista, similar
al situado enfrente, sede del Club Unión.
Tanto Alberto como Fernando Pérez, eran dos hermanos que dedicaron
su vida a la panificación en la Villa Toro de entonces, tanto
en este solar como en el de la esquina de las calles Toro y Belgrano,
cuyo local luego fuera comprado por la Familia Boragno, apenas llegaron
a estos pagos.
El trabajo en las panaderías siempre fue de entera dedicación
y mucho más si nos situamos tantos años atrás.
Ésta de los hermanos Pérez, contaba con un horno lógicamente
a leña y se trabajaba todos los días de la semana. El
pan más clásico que se amasaba era el francés,
además de la galleta marinera, bollos, tortas negras y bombones.
La especialidad de la casa, según reza su publicidad, era el
pan dulce.
Un
elemento distintivo a tener en cuenta es que siendo en la Villa Toro
de entonces, la mayor población de carácter rural, era
fundamental el reparto a domicilio. Por esos años figuraban muchos
que hacían esas tareas, recordándose a Julio Torres, Domingo
Maspero y Raúl Trolla. Era efectuado mediante una “jardinera”,
carro tirada por un caballo, aunque en días de lluvia se le ponía
dos animales, debido al mal estado de las calles de tierra. El pan era
llevado a granel en ese vehiculo y rara vez se vendía por peso
utilizando balanzas. Generalmente el kilogramo de pan francés
estaba confeccionado por 4 panes más “un pan de molde”
que se dejaba para completar el peso “justo” y que no hubiera
reclamos. Su costo era anotado en las “libretas” que cada
cliente tenía y que abonaba mensualmente. Al final del dia, los
repartidores “pasaban la cuenta” al dueño de la panadería. Ese kilo de
pan solía costar unos veinte centavos