Miércoles 27 de noviembre de 2024


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APUNTES DE AYER

La mítica Estación Toro

   La palabra mito deriva del griego mythos, que significa "palabra" o "historia". Los mitos cumplen una función trascendente en la tradición de los pueblos, en los rasgos definitorios de su cultura. Precisan la actitud de las comunidades hacia su origen y su pasado, y determinan su comportamiento hacia el futuro. Conocer los mitos de un pueblo, entonces, ayuda a interpretarlo mejor; y si son los propios, a conocerse mejor. La Historia como ciencia, con su objeto de estudio y su método de investigación, se coloca ante el mito para registrarlo como forma de pensamiento peculiar de un pueblo, o de cada uno de todos los pueblos de la tierra

 

   

   Quizás sea demasiado pretencioso adjudicar a nuestra Estación Toro la categoría de mito, pero lo cierto es que el comienzo del pueblo tiene que ver con este edificio y sin dudas, nuestra investigación está avanzando en el sentido de posicionarla como origen primario. Por ello, es de fundamental importancia seguir conociéndola. A partir de los numerosos documentos gráficos que vamos encontrando, discurrimos en su historia.

 

El Jefe Lebrero

   En la década del veinte, la estación contó con la jefatura de Don "Tito" Daniel Lebrero, el que había comenzado a trabajar en el ferrocarril de su ciudad, La Plata, alrededor del año 1909. Por aquellos años en la Provincia de Buenos Aires funcionaba una red ferroviaria de trocha angosta y desde la ciudad capital circulaba el "Ferrocarril de La Plata al Meridiano Quinto" o "Ferrocarril Provincial de Buenos Aires". Partía del puerto de La Plata y llegaba a Mira Pampa, en el límite provincial.

 

      
Tito Lebrero en la estación Toro - circa 1920

    En el año 1914 se pone de novio con quien sería su esposa, María Sánchez, oriunda de Ensenada, casándose cinco años después. Por esos años, primero vivió en Zárate, y luego, alrededor de 1920 vino a vivir a Villa Toro, donde es designado jefe de la estación. En nuestra ciudad formó su familia, con tres hijos varones.

    Contamos con dos fotografías familiares inestimables para conocerlo. Una, con su uniforme de jefe en la estación y la otra, dos de sus hijos vestidos de marineritos bajo el propio edificio de la estación.

   Letreros de la Estación Toro

   En el mes de julio del año 1926 se decide confeccionar los dos carteles identificatorios que posee la estación, disponiéndose su realización en madera y con letras de hierro fundido.

 


Los autores de este sitio frente a uno
de los letreros

Luego serían reemplazados por otros enteramente de metal. Como dato curioso, podemos apuntar que según el expediente de la Dirección General de Ferrocarriles (Ministerio de Obras Públicas), la obra tardó la friolera de 20 meses en aprobarse. El presupuesto y los planos recién se aprobaron por Resolución Nro. 17 de la mencionada Dirección el 8 de febrero de 1928 y tuvo un costo de $M/N. 128,33.

 

    

El adiós al "Federico"

   El día 22 de noviembre de 1993 circuló por última vez el coche motor Fiat 5858 del servicio Rojas-Lacroze del ex Ferrocarril Gral. Urquiza. Fue el postrer viaje del servicio de pasajeros del popular "Federico", como se lo conocía al tren que unía Rojas con la Estación Federico Lacroze, en la Capital Federal, y viceversa; el que obviamente pasaba por nuestra Estación Toro y era tomado asiduamente por algunos derquinos. Por ese entonces, el ramal había sido privatizado y estaba en manos de Ferrocarril Mesopotámico General Urquiza S.A., pero la parte del servicio de pasajeros había quedado a cargo de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (UEPFP).

El convoy, como siempre, estaba constituido por dos módulos, es decir, un coche motor, dos libres en el medio y otro coche motor cerrando la formación. El mismo había partido a las 19.25 hs. desde Lacroze y debió haber arribado ese mismo viernes 21 a la Ciudad de Rojas a las 23:45 hs., pero arribó casi dos horas después, porque el estado de las vías y las precarias condiciones de la máquina, hicieron que el viaje acabara sin llegar a destino, quedándose antes de llegar a Rojas debido a un desperfecto mecánico. Todo un símbolo del acabose.

En Buenos Aires habían subido unos 300 pasajeros, sobre una capacidad total de 360. Pilar, San Andrés de Giles, Carmen de Areco y Salto fueron las principales estaciones en las que el convoy se fue vaciando de viajeros, hasta quedar los últimos 24 que tenían como destino Rojas. Desde ese día no volvió a circular, pese a los muchos intentos de la comunidad ferroviaria.

   Sobre el servicio de coches motores, y con real sentido histórico, poseemos una fotografía de un coche motor Birmingham parado en la estación Toro en la década del cincuenta. Realicemos una somera reseña sobre estos trenes.
      En el año 1937 los Ferrocarriles de Entre Rios y Nord Este Argentino, realizaron una completa reorganización de su servicio de pasajeros. Para ello, adquirieron 11 unidades de coches motores a la empresa Birmingham "Railway Carriage & Wagon Co". Cada coche estaba equipado con dos cabinas de conducción en cada extremo, poseían primera y segunda clase y buffet. El salón de 1era. Clase era de lujo y tenía capacidad para 18 personas con asientos tipo pullman; en tanto que la 2da. era sencilla con 36 Asientos imitación cuero. Tenía un aire filtrado que sin llegar a ser un aire acondicionado, permitía un viaje placentero. El buffet contaba con heladera, urnas para café y cocina para realizar minutas.


Interior del compartimiento de 1era. Clase.

  Se los clasificó del CD1 al CD11 (coche motor 1 al 11) y el de la foto estacionado en la Estación Toro es el CD6 quien tuvo el privilegio de ser el último coche en prestar servicio de esta serie. Nótese que es una sola unidad y que tuvieron los derquinos todo el tiempo que necesitaron para sacarse una foto junto a ella.

Fuentes:
- Expediente Nro. 17998 letra C AG 262 - Ferrocarril Central de Buenos Aires. Dirección General de Ferrocarriles (Ministerio de Obras Públicas).
- www.eldiario-rojas.com.ar, nota "el adiós al Federico", publicado el 22-10-2003.
- www.nalejandria.com. "La función del mito en la enseñanza de la historia", por Fernando López Alaníz.

- "Los coches motores Birmingham del Ferrocarril Entre Rios" por Carlos D. Waigandt y Juan C. Gonzalez. Tren Rodante Nro. 33, pág. 4 a 6. Abril 1993.
El material sobre el coche motor Birmingham fue enviado por el Sr. Ricardo Bernaus.
La historia y fotos del Sr Lebrero fueron enviadas por Patricia C. Lebrero. Muchas gracias a ambos.

 

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