Figura consular es, entonces, Don Antonio Toro. Había
nacido en 1860, y al alcanzar la mayoría de edad en 1882, toma
posesión de la herencia que le dejara su madre y que consistía,
principalmente, en una fracción de campo del extremo norte de
la estancia originaria. Realizó sus estudios en un colegio de
internados en San Isidro y de su matrimonio con Doña Rosa
Martinez Melo, fue padre de cuatro hijos, Manuela, Antonio Victorino,
José Eduardo y Zulema.
A lo largo de su vida desarrolló variadas actividades. Fue comerciante,
Jefe del Contingente de Caballería de la Guardia Nacional y presidente
del Concejo Deliberante de Pilar. Merced a esta última de sus
tareas, encuentra la muerte en un atentado político el 21 de
marzo de 1893 camino a la Ciudad de Pilar.-
Su legado para el pueblo ha sido el proyecto que desde 1882 realizara
junto al agrimensor Carlos Glade, mensurando el campo para la concreción
de la Villa. Producto de ello, realizó en vida y a través
de sus sucesores, las donaciones necesarias para la plaza (actual "Plaza
Antonio Toro"), la Iglesia Católica (actual "Parroquia
San Antonio de Padua"), la escuela pública (actual "Escuela
Nro. 11") y la estación ferroviaria (actual "Estación
Antonio Toro").-